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Cuando necesitó oxígeno, Nemesio sintió asfixia, desamparo y soledad.
Nemesio se agitó. La noticia era fatal —imposible un tanque de oxígeno…, largas horas para recargar ese gas esencial para la respiración.
Entonces, Nemesio enfureció.
Nemesio escuchaba, leía y veía los noticieros. Recordó: cuando escaseó gasolina, el alcalde tomó por asalto el presupuesto municipal para regalar 978 mil pesos diarios a las gasolineras. Los vendedores de gasolina ahorrarían en el flete de 78 pipas diarias de combustible. Los gasolineros ganarían con diésel, magna y premium que después venderían más caro1.
Nemesio entristeció. Constató -para el alcalde– llenar un tanque con gasolina importó más que llenar unos pulmones de oxígeno.
Sin combustible puedes caminar. Sin oxígeno no puedes andar.
Sin gasolina puedes montar una bicicleta. Sin oxígeno no puedes moverte.
Sin diésel puedes sobrevivir. Sin oxígeno te mueres.
Nemesio desesperó. Su vida dependía de la suerte. Ir al hospital, imposible, están saturados. Hospital privado, imposible, ni Carlos Slim.
—Carlos Slim, siendo el hombre más rico de México se internó en el Instituto Nacional de Nutrición2, hospital público –comenta Nemesio.
Su esposa busca un tanque o su recarga de oxígeno por tierra y por internet.
Le ofrecen un oxigenador por 45 mil pesos porque están escasos.
Nemesio está a la buena de Dios. Ayer le dijeron que su amigo de la infancia murió en el auto luego de 6 horas buscando que lo recibieran e internaran en un hospital. Su brother no aguantó el tour de la muerte.
Nemesio se asfixia. —Ni un peso para oxígeno. Lo sabe todo el pueblo, el presupuesto se usa para lucimiento personal del alcalde –alcanza a decir Nemesio, mientras su voz se pierde a falta de oxígeno.
1Alcalde de Toluca fracasa en su intento por disminuir desabasto de gasolina (FOTOS) | MVS Noticias
2Carlos Slim se atiende por COVID-19 en el Instituto Nacional de Nutrición (nnc.mx)
