Se nota su desesperación y ventaja por entrar a la contienda, por no quedarse atrás ni ser cadáveres políticos, que su protagonismo va más allá de la competencia política. Su desconocimiento de la administración pública y el quehacer político, se vio reflejado en sus pésimas gestiones.
El abuso del espacio público así como de los actores políticos, es un descaro total. Puedo hacer alusión a muchos personajes burócratas y no terminar de enlistar, pero me gustaría hacer insinuación directa a unos cuantos, y en especial a aquellos que se mueven con bandera naranja; como es el caso de Eliseo Fernández Montufar o Samuel García, ambos precandidatos a la gubernatura del estado de Campeche y Nuevo León por Movimiento Ciudadano, respectivamente.
Se nota su desesperación y ventaja por entrar a la contienda, por no quedarse atrás ni ser cadáveres políticos, que su protagonismo va más allá de la competencia política. Su desconocimiento de la administración pública y el quehacer político, se vio reflejado en sus pésimas gestiones. Ambos personajes ofrecen y prometen a los ciudadanos de los diferentes municipios de sus estados, diferentes apoyos solamente y únicamente para tomarse la foto. Y es que vivir en tiempos de pandemia ha hecho de las redes sociales, el despegar de muchos que buscan aspirar a un cargo público. El campechano lo sabe mejor que nadie. Ha abusado de los medios digitales impresionantemente. Su “capricho” lo llevo a brincar del blanquiazul al naranja. Lo obligó a regresar como alcalde de la capital, después de aprobarse una licencia “temporal indefinida”, como si la legalidad no existiera.
Los deslices cuestan (…) y mucho. A Samuel García le ha costado con su “arduo” trabajo en el golf o por un “sueldito” de 50 mil pesos. A Montúfar le esta pasando factura por su muy burlona forma de acercarse a la ciudadanía.
Asimismo, me gustaría entender porqué el partido del águila naranja postuló a Francisca Viveros, mejor conocida como <<Paquita la del Barrio>> como candidata a diputada por Veracruz. ¡Zapatero a su zapato, por favor!
A diferencia de los otros partidos y sus muy cuestionadas coaliciones, movimiento ciudadano tuvo la oportunidad de elegir mejores perfiles, pero decidió no hacerlo. Y vaya que no es un ataque personal o preferencial de mi parte a ningún partido y/o personaje en especial. Puedo escribir para construir con la misma convicción que lo hago y lo he hecho también de muchos morenos, priistas, panistas, perredistas, etc; pero hoy le toco a movimiento naranja y sus organizaciones internas que destacan por sus monolitismos.
En fin, las digresiones políticas darán todavía mucho de que hablar.
José Guadarrama
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