A Cruz Azul le regresó la memoria, le regresaron las ganas, le regresó el futbol. El rival no es de prosapia y se dirá que la goleada se demerita al haber sido contra el Querétaro, pero como el lunes pasado ante Pachuca donde se ganó traicionando la historia, ahora se ganó porque se tenía que hacerlo por 4-1. Todo le salió por nota a la Máquina que en el primer tiempo ya había liquidado el juego con goles de Adrián Aldrete (23’), Orbelín Pineda (35’) y Jonathan Rodríguez (44’), este último que supo a redención al uruguayo que pagó con suspensión y multa su “noche loca” ocurrida antes de la Jornada 2. Los Gallos acortaron el marcador 2-1 con un tanto de Ángel Sepúlveda, pero ya en la segunda parte Elías Hernández (73’) también revivió a un gran servicio del Cabecita. Noche de reapariciones porque Bryan Angulo volvió a la cancha, después de haber estado en Tijuana todo un año. Juan Reynoso cambió la formación, ya no fue la timorata línea de cinco que mostró contra Pachuca, ahora se fue ofensivo y en ese se acomodó con unos Gallos que bajo las órdenes de Héctor Altamirano tiene en el ADN el ataque como principal orden. En un juego abierto, la calidad del plantel cementero fue suficiente. Dos triunfos consecutivos hacen salir a los cementeros de su crisis de inicio de torneo. Ahora sólo falta que sus refuerzos: Walter Montoya y Pol Fernández sean debidamente registrados. La Máquina llegó seis unidades; Querétaro se quedó en la misma cantidad de unidades. leer más