(NOTICIAS YA).- Tras el motín al Capitolio orquestado por simpatizantes extremistas de Donald Trump para impedir la confirmación de Joe Biden como presidente, los insurreccionistas se están enfrentando a las consecuencias del mortal ataque.
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Durante una audiencia el jueves, la jueza a cargo de la corte federal en Washington reprendió a los amotinados asegurando que sus acciones fueron un asalto a la democracia de EE.UU., y determinó que el hombre que fue fotografiado con los pies encima del escritorio de Nancy Pelosi, permanecerá en prisión.
“Esta no fue una protesta pacífica. Cientos de personas vinieron a Washington, DC, a interrumpir una transferencia pacífica del poder”, dijo la jueza Beryl Howell de la Corte de Distrito de DC durante la audiencia de Richard Barnett.
Actualmente hay más de 150 casos criminales que resultaron del motín ocurrido el 6 de enero. La decisión de Barnett es la primera en una apelación del Departamento de Justicia luego de que un juez magistrado fuera de Washington negó su solicitud de mantener a Barnett en prisión.
Howell dijo que ella considera que la multitud estaba intentando impedir que la rama legislativa federal del gobierno cumpliera sus deberes constitucionales.
“Seguimos viviendo aquí en Washington, DC, con las consecuencias de la violencia en la que este acusado presuntamente participó”, dijo Howell. “Sólo afuera de esta corte hay recordatorios visibles del motín y asalto al Capitolio del 6 de enero”.
Howell se refería a la presencia de soldados de la Guardia Nacional en DC, quienes permanecen en la capital de la nación debido a la amenaza de terrorismo doméstico que ha aumentado desde la inauguración de Biden, y las preocupaciones de violencia durante el segundo juicio político de Donald Trump.
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Barnett está acusado de entrar en los terrenos restringidos del Capitolio, entrada violenta, conducta desordenada, y robo de la propiedad pública, tras presuntamente haber tomado una carta de la oficina de Pelosi.
“Los títulos de esas ofensas ni siquiera capturan apropiadamente la magnitud de lo que el Sr. Barnett está acusado de hacer aquí”, dijo Howell, agregando que el acusado presumió sus acciones ante un reportero.
“Dejé una nota desagradable, puse mis pies en su escritorio y me rasqué la bolas (en la oficina de Pelosi)”, dijo Barnett, según reportes del Washington Post. El abogado del sospechoso, Anthony Siano, dijo que no había leído la nota.
Siano argumentó que su cliente no merecía estar en prisión. Mientras que Barnett dijo: “Tengo unas explicaciones muy honestas y simples. Soy un buen hombre”.
Los fiscales acusaron a Barnett de entrar con una pistola paralizante al Capitolio, luego de haberla comprado días antes en preparación para el mitin de Trump que ocurrió antes del ataque al edificio de gobierno.
Tras revisar la casa de Barnett, las autoridades encontraron el recibo de una pistola paralizante, pero no pudieron encontrar el arma que el sospechoso tenía durante el motín; dijeron los fiscales. Barnett ya les había dicho que no iban a poder encontrarla.
El sospechoso se entregó tras el ataque, aunque lo hizo luego de que fue contactado por las autoridades. Barnett tiene historial de llevar armas a los mítines de su partido, asustando a los transeúntes.
Howell indicó que la suma de los hechos sobre Barnett “hacen que esta corte esté muy preocupada por el peligro que él representa para la comunidad”, y añadió que mostró un “completo desdén por la Constitución de EE.UU.”
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