La Secretaría de Salud informa que es probable que la Ciudad de México no salga de semáforo rojo hasta descender la capacidad hospitalaria.
Con la finalidad de disminuir la movilización social, la Ciudad de México regresó el pasado 19 de diciembre a semáforo rojo y se estimó que para el próximo 10 de enero, podría pasarse a semáforo naranja.
Sin embargo, el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, informó que debido a la ocupación hospitalaria que no disminuye, el panorama para superar la alerta roja en la capital es complicado.
Mencionó que actualmente se tiene la ocupación hospitalaria de más del 80% y que difícilmente se podrá disminuir hasta 31 puntos, que es el límite para entrar en naranja.
La situación actual, podría deberse a que la población no acató las medidas de sanidad para el festejo de las fiestas decembrinas.
Señaló que hasta no ver un deceso en los números de ocupación de camas, la Ciudad de México se mantendrá en semáforo rojo.
De tal modo, hasta que desciendan los números referentes a la ocupación de camas hospitalarias, y por tanto la transmisión de contagios, la Ciudad de México se mantendrá en semáforo rojo.
Pese a ello, Cortés Alcalá no descartó que en algún momento la capital podrá pasar a naranja, después a amarillo y finalmente a color verde.
Asimismo, recordó que aún el color verde no es sinónimo de que ya no hay peligro, sino que el riesgo de contagiarse es mínimo, por lo que aún en esta situación, lo mejor es que la población siga aplicando las medidas sanitarias.
“Es una enfermedad con la que vamos a tener que vivir y convivir durante mucho tiempo, probablemente para siempre”, dijo.
