Hoy Estado de México – diciembre 11, 2020
Arqueólogos mexicanos descubrieron el extremo este y el frente exterior del Huei Tzompantli en el centro de la Ciudad de México, se trata de un muro en forma de círculo de cráneos humanos que fuera dedicada a Huitzilopochtli, dios mexica en Tenochtitlan, así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), este viernes.
«Este 2020, resultado del seguimiento que el Instituto brinda a los trabajos de remodelación del edificio histórico de la calle República de Guatemala 24, los arqueólogos localizaron el extremo este y la fachada externa de aquella torre o muro circular de cráneos humanos, de 4,7 metros de diámetro», informó el organismo a través de un comunicado.
Cinco años atrás, el Instituto encontró las ruinas del extremo noreste que los mexicas dedicaron a Huitzilopochtli, dios del pueblo mesoamericano que era la representación del sol.
Tras el descubrimiento se lograron contabilizar 119 cráneos humanos de la parte este de la torre; mismos que se añaden a los 484 identificados primero.
«El Huei Tzompantli es, sin duda, uno de los hallazgos arqueológicos más impactantes de los últimos años en nuestro país; es un importante testimonio del poderío y grandeza que alcanzó México-Tenochtitlan», afirmó Alejandra Frausto, secretaria de Cultura de México, en el comunicado.
Hasta ahora, los expertos descendieron 3,5 metros bajo tierra y aseguran que los hallazgos son de la época del tlatoani (gobernante mexica) Ahuízotl, gobernador de México-Tenochtitlan entre 1486 y 1502.
Los cráneos son de hombres y mujeres, y tres niños, que se reconocieron por los dientes en desarrollo. Asimismo, «se aprecian también modificaciones cefálicas», como práctica cultural mexica.
Los primeros cráneos se hallaron el pasado mes de marzo bajo el nivel del suelo mientras se reparaba un muro de un edificio histórico situado en la calle República de Guatemala, al lado de la Catedral de la Ciudad de México y el complejo arqueológico del Templo Mayor de la antigua México-Tenochtitlan.
«Una vez caída la ciudad de México-Tenochtitlan en manos de los soldados españoles y sus aliados indígenas, se dio paso a la destrucción de la mayor parte de la última etapa constructiva del Huei Tzompantli, por lo cual se arrasó con los cráneos de la torre, cuyos fragmentos dispersos han sido recuperados y analizados por el equipo de antropología física», comunicó el INAH.
El INAH dio a conocer que en Mesoamérica se efectuaban rituales de sacrificio con la creencia de que así «se mantenía con vida a los dioses; y, por ende, se daba continuidad a la existencia del universo».
