(POLÍTICA YA). – Un juez federal ordenó este miércoles al gobierno del presidente Donald Trump a que detenga la deportación inmediata de niños migrantes que cruzan solos la frontera con México sin ofrecerles antes la oportunidad de reclamar asilo.
NIÑOS MIGRANTES CENTROAMERICANOS SON EXPULSADOS A MÉXICO POR EE.UU.
La orden del juez del distrito Emmet Sullivan suspende la política migratoria de “emergencia de salud pública” que lanzó la administración Trump en marzo pasado, y que ha resultado en la rápida deportación de miles de niños durante la pandemia del coronavirus.
Según la política, los agentes que se encuentran con migrantes en la frontera los devuelven de inmediato a México sin deportarlos formalmente ni permitir que los migrantes reclamen protección humanitaria.
Organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes acusan al gobierno de Trump de usar la pandemia como pretexto para restringir la inmigración, y dicen que los agentes pueden examinar a los menores de manera segura para detectar COVID-19 sin negarles protecciones.
Sullivan emitió una orden judicial preliminar solicitada por grupos legales que demandaban en nombre de los niños a quienes el gobierno buscaba expulsar antes de que pudieran solicitar asilo.
Pero la orden de Sullivan solo prohíbe la deportación de los niños que cruzan la frontera sin la compañía de uno de sus padres.
MILES DE NIÑOS EXPULSADOS
El gobierno de Trump ha deportado a al menos 8,800 niños no acompañados desde marzo. Más de 147 mil migrantes también fueron expulsados, incluyendo a adultos y padres e hijos que viajan juntos.
RECHAZAN MÁS DE 13,000 NIÑOS MIGRANTES POR POLÍTICA DE COVID DE TRUMP
Los miles de niños han sido enviados a México a pesar de que los menores han venido a Estados Unidos desde otros países centroamericanos.
Estas devoluciones ponen en riesgo a niños de países como Guatemala, Honduras y El Salvador al enviarlos sin un adulto acompañante a un país donde no tienen conexiones familiares.
La orden del 20 de marzo emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) invocó una ley de salud pública de 1944 que permite al gobierno expulsar a cualquier extranjero que represente una amenaza de propagación de enfermedades durante una emergencia de salud pública.
El gobierno dijo que la orden era crucial para evitar que los migrantes propaguen o contraigan el coronavirus en los centros de detención de inmigrantes.
Esa política anuló las leyes de inmigración aprobadas por el Congreso que permiten que cualquier extranjero en suelo estadounidense con un temor creíble de persecución solicite asilo.
También pasa por alto las leyes que prohíben la deportación de niños migrantes.
El gobierno de Trump ha retenido a estos niños durante días y, a veces, semanas en centros de detención y hoteles hasta poder colocarlos en vuelos sin supervisión.