Hermann Bellinghausen/La Jornada/Ciudad de México.- En un ataque directo al grupo de ayuda humanitaria para los desplazados tzotziles de Aldama, resultó herida de bala de alto calibre en la pierna derecha la religiosa dominica María Isabel Hernández Rea, de 52 años, conocida como “Chabelita” en las comunidades indígenas de Chiapas donde ha trabajado durante muchos años. Los hechos ocurrieron en la comunidad de Tabak, que junto con Coco’ ha sido la más agredida a últimas fechas por los civiles armados de Santa Martha, Chenalhó.
Los hechos ocurrieron a las 12:35 horas. Es necesario apuntar que estos ataques son todos los días sin excepción desde hace semanas, que se realizan con armas de uso exclusivo del Ejército y que, según el reporte de la Comisión Permanente de los 115 Comuneros Desplazados, la agresión de este miércoles ocurrió mientras la Guardia Nacional y la policía estatal realizaban patrullajes en el área.
Los disparos contra Tabak comenzaron a las 8:35, procedentes de Tojtic Telesecundaria en Santa Martha. A la misma hora salía de San Cristóbal de Las Casas una pequeña comitiva de voluntarios de Cáritas y el Fideicomiso para la Salud de la Niñez Indígena de México (Fideo) para llevar alimento y cobijas a las familias que sufren desde hace meses un desplazamiento contínuo por los disparos que reciben a diario una decena de poblados de Aldama.
Por tal motivo, la actriz Ofelia Medina, quien preside el Fideo, declaró que los organismos humanitarios llevaban muchos días sin atreverse a llevar ayuda a los desplazados “que están en gravísima emergencia humanitaria”. Añade que, “en más de 25 años que llevamos visitando y apoyando a las comunidades de Chiapas, nunca, ni siquiera en los tiempos de la peor guerra del gobierno, nos habían agredido así”.
Recuerda que ella y sus colaboradores han recibido amenazas de muerte, intentos de expulsión del estado, espionajes, robos, pero nunca una agresión como ésta.
“Fue un ataque contra Cáritas y el Fideo”, sostiene. “Buscan impedir que realicemos las acciones humanitarias mínimas que son, además, casi la única aportación civil, con calidad alimenticia, para los desplazados”. Los organismos distribuyen ayuda a las personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos y ancianas, que viven a salto de mata, o refugiándose con conocidos, en permanentes precariedad y zozobra. Y ahora bajo las lluvias torrenciales que azotan la región.
Hernández, la religiosa herida, labora en la parroquia de San Andrés Larráinzar y es una persona ampliamente conocida. Ella y otros voluntarios fueron baleados este mediodía cuando retornaban a su vehículo; ella no logró protegerse a tiempo y recibió un impacto en la pierna.
También desde la mañana venía siendo baleada Cotzilnam, Aldama, desde T’elemax, Santa Martha. Poco después del ataque a Cáritas y Fideo, a las 12:54 horas, salieron andanadas de disparos desde Slumka Saclum, Chenalhó, en dirección a Xuxch’en.
Actualmente, dos heridos más de Aldama se encuentran internados en el Hospital de las Culturas de San Cristóbal de Las Casas por heridas causadas por los paramilitares.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) se pronunció esta tarde: “Cabe señalar que los gobiernos estatal de Rutilio Escandón Cadenas y el federal de Andrés Manuel López Obrador han sido omisos ante los constantes llamamientos para cesar las agresiones armadas a comunidades del Pueblo Maya Tsotsil de Aldama, las cuales sobreviven al asedio que incrementa la crisis de derechos humanos, especialmente la alimentaria y de salud”.
El Frayba responsabilizó de estos hechos “al Estado mexicano por no garantizar la seguridad e integridad de las y los agentes de pastoral, de las organizaciones de la sociedad civil y de periodistas que ingresan, documentan, visibilizan la violencia y acompañan a las comunidades en desplazamiento forzado”. También exigió “desarmar y desarticular a los grupos civiles armados de corte paramilitar de Chenalhó, responsables directos de los ataques armados”.