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¿Usar tapabocas para hacer ejercicio debe ser parte de la nueva normalidad?

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¿Usar tapabocas para hacer ejercicio debe ser parte de la nueva normalidad?
¿Usar tapabocas para hacer ejercicio debe ser parte de la nueva normalidad?

La misma Organización Mundial de la Salud ha señalado que no es recomendable utilizar el tapabocas o la mascarilla, siendo que se trata de una de las medidas esenciales para prevenir el avance del daño que actualmente está generando el virus Sars Cov 2.

Vale la pena analizar el uso de la mascarilla para hacer ejercicio y deporte como una medida para promover la actividad física de manera segura. Es claro que realizar deporte aporta grandes beneficios para la salud. Hasta aquí todos de acuerdo.

El problema es que, en tiempos de coronavirus, hay dos riesgos inminentes. Por una parte, está la cercanía física que puede favorecer el contagio en deportes de contacto como en los deportes de equipo o de combate.

Por otra parte, para los expertos hay un tema respecto al incremento de la ventilación pulmonar por el esfuerzo durante el deporte. Es decir, el aire que es inhalado y exhalado en cada respiración aumenta cuando hacemos ejercicio.

Si en reposo los pulmones ventilan 6-7 litros por minuto, se puede pasar hasta 200-250 litros por minuto en un deportista de alto nivel en esfuerzo máximo.

Si esto ocurre en un recinto cerrado donde constantemente se reciben cientos de litros de aire de varios deportistas, la probabilidad de contagiarse se dispara.

Esto nos lleva directamente al cuestionamiento: ¿Usar mascarilla durante el ejercicio es perjudicial? Parece ser la pregunta del millón. Y es que el miedo a los efectos secundarios de la mascarilla ha sido y sigue siendo uno de los principales argumentos contra su uso.

No se ha constatado ningún efecto secundario debido al uso del tapabocas si se usa adecuadamente. Ni en reposo ni durante el ejercicio.

Es falso que el tapabocas pueda provocar un colapso o condición pulmonar. Es decir, en la parte fisiológica se puede generar una resistencia en la entrada de aire y la oxigenación, pero permite el funcionamiento normal del sistema cardiorrespiratorio y el sistema muscular para realizar ejercicios como correr, montar en bici y caminar.

Sin embargo la mascarilla es una barrera que puede cambiar los parámetros del volumen respiratorio por minuto y de la frecuencia respiratoria.

Para arreglar esto, el cuerpo automáticamente comienza a respirar más rápido, esto se convierte en la llamada taquipnea la cual se puede convertir en una hiperventilación. Por eso la clave es ir progresivamente con la intensidad del ejercicio.

Ahora bien, estudios recientes han demostrado cómo el uso de la mascarilla FFP2 en prueba de esfuerzo máxima sí afecta significativamente todos los parámetros de confort, cardiorrespiratorios, metabólicos y de rendimiento del deportista.

Sin embargo, empleando una mascarilla quirúrgica, en prueba de esfuerzo máxima no disminuyen los parámetros cardiorrespiratorios, metabólicos y de rendimiento del deportista, aun cuando si lo hace notoriamente respecto a los parámetros de confort.

Esto significa que la sensación del deportista con respecto al calor, resistencia a la respiración, picor o presión puede empeorar, pero no el rendimiento deportivo.

Así es que para algunos expertos lo ideal es evitar los deportes de contacto, lo que nos rebota a la paradoja, pero también queda abierta la posibilidad de que se utilicen tapabocas.

Pero sí es importante decirlo enérgicamente que en caso de no poder asumir las medidas de prevención, el deportista se abstenga de entrenar o competir con otras personas. Más claro, ni el agua.

Sin duda, también hay que decirlo, existe una cierta controversia sobre la utilización de las tapabocas durante la realización de ejercicio, especialmente del ejercicio de alta intensidad.

Al respecto uno de los más importantes fisiólogos del ejercicio José López Chicharro nos hace algunas aportaciones a tomar en cuenta.

Se han publicado los resultados de un estudio (Shaw y col, 2020) cuyo objetivo fue evaluar los efectos del tapabocas o de la mascarilla de protección quirúrgica, mascarilla de tela o no mascarilla, en 14 participantes de 28.2 años de media, durante una cicloergometría hasta el agotamiento.

Los resultados mostraron que llevar la mascarilla no afectó al rendimiento en la prueba de esfuerzo, la cual implica el tiempo hasta el agotamiento.

No se observaron diferencias entre llevar o no llevar mascarilla en la saturación arterial de oxígeno, índice de oxigenación tisular, percepción del esfuerzo o frecuencia cardiaca durante el test.

Los autores sugieren que llevar una mascarilla de protección durante una prueba de esfuerzo máxima no afecta a la oxigenación sanguínea o tisular, ni al rendimiento de la prueba en jóvenes sanos.

CHECA ESTO:

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