El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Panorama Económico Mundial (WEO por sus siglas en inglés) ha rebajado algunas de sus expectativas negativas para la economía del mundo, aunque también hay algunas nuevas consideraciones positivas en el informe.
En primer lugar las previsiones del Producto Interno Bruto para el 2020 que tiene el FMI pasan de una tasa negativa del -5.2 por ciento que anunció en junio a una tasa negativa del 4.4 por ciento.
Mientras que para el 2021 se estimó un crecimiento del 5.2 por ciento, aunque la recuperación tras las afectaciones de la pandemia será larga y desigual.
“Si bien la economía mundial está regresando, es probable que el ascenso sea largo, desigual e incierto. De hecho, en comparación con nuestro pronóstico de junio, las perspectivas han empeorado significativamente en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo donde las infecciones están aumentando rápidamente”. Es parte de lo que señala el WEO.
Y aunque las estimaciones son mejores en algunos aspectos a las hechas en junio se espera que después del rebote del 2021 se espera que el crecimiento se desacelere a 3.5 por ciento.
En cuanto a las economías avanzadas en su conjunto los expertos del FMI mejoraron sus previsiones para el 2020, ya que ahora prevé una caída del 5.8 por ciento, que es una estimación menos grave que el 8.1 por ciento que se estableció en junio, mientras que para las economías emergentes se prevé una caída del 3.3 por ciento un dato más agudo del 3.1 por ciento que se estableció en junio, aunque se prevé que tengan un rebote de 6 por ciento en el 2021, mayor al 5.8 por ciento que se dijo en junio.
En el WEO los economistas del FMI cambiaron su previsión en cuanto a la economía estadounidense de un -8 por ciento a un -4.3 por ciento, aunque prevén que el rebote de la economía de Estados Unidos sea menor al que se había proyectado en junio del 6 por ciento.
Mientras que para la Eurozona se prevé que este año tenga una caída del 8.3 por ciento, que es un porcentaje menor del que se previó en junio de 10.2 por ciento.
En tanto que para Japón se habló de una contracción del 5.3 por ciento, mientras que en junio se consideraba que sería del 5.8 por ciento, mientras que para el 2021 se estima un rebote en la economía nipona para el siguiente año del 2.3 por ciento, una estimación un poco menor a la que se previó en junio del 2.4 por ciento.
Para las economías de América Latina y el Caribe se prevé una caída de 8.1 por ciento, porcentaje menor al que se previó en junio del -9.4 por ciento, en tanto que se estima un rebote en 2021 del 3.6 por ciento.