Baja California es, ante los ojos de los demás Estados de nuestro país, un ejemplo de democracia. Este Estado en particular, ha sido cuna y testigo de las elecciones a través de las cuales se vencieron a los partidos políticos dominantes: en 1989 el PAN representado por Ernesto Ruffo Appel se convertía en el primer vencedor del PRI en una elección gubernamental. Muchos académicos piensan que ahí surgió la democracia en México. Ahora en 2018, nuevamente Baja California es parte de la corriente de cambio y dan la oportunidad al partido MORENA, a través de la elección Presidencial, y en 2019, a través de las elecciones Locales.
La gran mayoría de los Bajacalifornianos festejaba y se emocionaba porque alguien acabaría con el Gobierno corrupto de Francisco “Kiko” Vega, y había esperanza de justicia. Incluso quien escribe estas líneas, también así lo pensó; hasta que, un amigo de toda la vida, me invitó a Baja California a atestiguar que TODOS hemos sido engañados, que el “Kikismo” está más vivo que nunca.
La prueba más reciente fue el ahijado del ex gobernador Kiko Vega, Alejandro Monraz Sustaita; quien presumió en redes sociales la construcción de un hotel boutique en Valle de Guadalupe, municipio de Ensenada. Mi amigo despertó la intriga en mí diciendo irónicamente: “Tal parece que Alejandro tiene mucho dinero para invertir en un hotel, o socios muy interesados en poner la lana y los represente.”
Poco tardé en saber que Alejandro Monraz no era rico de nacimiento, sino que pasó de vivir en la Colonia Altamira a ser un millonario multi propietario de bienes raíces, habiendo sólo tenido trabajos en el gobierno.
Pero lo que realmente me sorprendió, fue el haber descubierto que el socio de Alejandro Monraz no era algún compañero de partido, sino el mismísimo “morenista” Arturo González.
Mi amigo comentó con coraje que no le sorprendía nada, que desde hace tiempo se sabía que Kiko Vega y Arturo González son amigos y aliados, pero que se amparan en la confianza que la gente le tiene a A M L O. Que Gonzalez y Kiko tienen más negocios millonarios en conjunto y que su próximo objetivo es recuperar la gubernatura.
A mi me dolió ver a mi amigo tan resignado, le dije que publicara lo que descubrió, que debía desenmascarar a este rufian. Él sólo movió la cabeza en forma de negación, dijo que temía por su seguridad, que ya no estaba en edad de arriesgarse como con en los tiempos del PRI, que el actual gobierno no sólo cuenta con los medios de comunicación sino con el respaldo de ciudadanos engañados, que creyeron en AMLO pero no se dieron cuenta que había Kikistas vestidos de ovejas.
El no se atrevió a contarlo y me pidió que yo no lo hiciera, que ya no está para andar corriendo. Pero no puedo dejarlo así y desde mi trinchera lo haré a mi manera, cuento el mensaje pero cuidaré al mensajero, espero que algún periodista con juventud y valor desenmascare por completo a este par de ladrones, lo más q puedo, es decirles por donde empezar.
Norberto Cabrera
