Joel Schumacher, el extravagante director de cine estadounidense, falleció a los 80 años este lunes en Nueva York después de una lucha contra el cáncer que duró un año.
Los primeros filmes reconocidos de Schumacher fueron The Lost Boys (Los muchachos perdidos), St Elmo’s Fire (El primer año del resto de nuestras vidas) y Flatliners (Línea mortal).
En los 90 heredó de Tim Burton la franquicia de Batman con Batman Forever (Batman eternamente) y Batman & Robin.
También adaptó dos libros de John Grisham: The Client (El cliente) en 1994 y Tiempo para matar (A Time to Kill) en 1996.
Schumacher también dirigió los thrillers Tigerland (Camino de guerra) y Phone Booth (Enlace mortal) así como The Phantom of the Opera (El fantasma de la ópera).
Nacido en la ciudad de Nueva York, Schumacher estudió moda en la famosa escuela de diseño Parsons en Manhattan. Se movió por el mundo de la alta costura antes de dedicarse al séptimo arte. Después de mudarse a Los Ángeles, a principios de los 70, aplicó su experiencia en moda para trabajar primero como diseñador de vestuario en televisión y en cine en producciones como “Sleeper” (1973) de Woody Allen.
Hace siete años, en 2013, Schumacher dirigió un par de episodios del drama de Netflix House of Cards, y en 2015 produjo la serie Do Not Disturb: Hotel Horrors.
