El Ayuntamiento de Mineápolis (Minnesota, EE.UU.) ha aprobado este viernes por unanimidad una resolución para reemplazar el departamento de Policía por un sistema de seguridad pública dirigido por la comunidad, a raíz de las protestas que estallaron en esta y otras ciudades de EE.UU. tras la muerte del afroamericano George Floyd bajo custodia policial.
Cinco miembros del Consejo municipal sostienen en la resolución que el asesinato de Floyd, el pasado 25 de mayo, a manos de agentes de Policía de Mineápolis “es una tragedia que muestra que ningunas reformas evitarán la violencia letal y el abuso por parte de algunos miembros del Departamento de Policía” contra miembros de la comunidad, especialmente personas afroamericanas y de color.
Según el documento, las autoridades pondrán en marcha un proceso de un año para elaborar un nuevo modelo de seguridad pública con participación de “todos los miembros de la comunidad dispuestos” en Mineápolis.
Con este objetivo, el Consejo formó un nuevo grupo de trabajo para que entregue recomendaciones antes del 24 de julio sobre cómo colaborar con las partes interesadas de la comunidad para transformar el sistema de seguridad pública.
La medida llega días después de que una mayoría del Consejo a prueba de veto votara a favor de disolver el departamento de Policía. La presidenta del organismo, Lisa Bender, explicó la semana pasada en declaraciones a la CNN que los fondos de la Policía se destinarían a otras necesidades, y el Consejo de la ciudad discutiría cómo reemplazar el departamento actual.
Esto significa una derrota para el presidente Donald Trump quien, urgido de ganar todos los votos posibles para su intento de reelección en noviembre de este año, ha apostado por parecer ser implacable con el uso de la Ley, pues ha usado a la Guardia Nacional de Estados Unidos y al Ejercito para retomar el control de las calles con el uso de la fuerza sobre los protestantes.