Quizá una de las hipótesis que pueden explicar el fallecimiento de los Moreno Valle, Rafael Moreno Valle, ex Gobernador del Estado de Puebla, y Martha Erika Alonso, esposa y ex-Gobernadora del mismo estado -y sucesora en el Poder después de su marido-, es aquella que plantea que ambos viven en otro lugar del mundo y que han adoptado nuevas identidades.
Rafael Moreno Valle fue un hombre inteligente. Estudio mucho y obtuvo numerosos reconocimientos por la calidad de su trabajo.
Era un ambicioso. Quiso ser presidente de México también en la pasada elección, pero Ricardo Anaya, y Andrés Manuel López Obrador, se interpusieron en su camino.
Como Gobernador del Estado de Puebla, la practica de robar combustible de la nación a través de los ductos de Petróleos Mexicanos se convirtió en deporte.
Hubo robo desmedido, permisivo, descarado.
Las ganancias, o bien, perdidas, se cuentan por miles de millones de pesos mexicanos, suficientes para iniciar una nueva vida con dos nuevas identidades.
Se presume, casi con certeza, que obtuvieron ganancias exacerbadas por este delito.
Por su parte, Martha Erika Alonso, esposa, ambiciosa igualmente, alcanzo el poder de la mano de su marido.
Mujer poco atractiva pero con gustos exigentes, de ropa impecable, muy costosa, con objetivos definidos en común como matrimonio que eran.
No fue espontaneo por supuesto, no en la política, que Martha Erika Alonso recibiera el Poder del Estado de manos de su esposo.
A la par de esa riqueza derivada del robo de combustibles a la nación esta la figura del actual Gobernador, Miguel Barbosa, quien fue candidato a la elección donde finalmente perdió ante la esposa del ex gobernador y quien fuera señalado, incluso, como presunto autor intelectual de la caída del helicóptero donde habrían muertos los actores políticos.
Estos señalamientos no transcendieron y finalmente el Sr. Barbosa ascendió al poder.
Siendo así, y como sucedieron las cosas, un helicopterazo sin razones claras, feretros cerrados, entre otras irregularidades, nos hacen pensar en un acuerdo que podría haberse fundado entre el actual Gobernador emanado de MORENA, quien habría estado dispuesto a permitir la huida de los presuntos corruptos a cambio por supuesto de recibir una parte de la riqueza acumulada para no perseguir los delitos cometidos en las anteriores administraciones.
El dinero reunido por los Moreno Valle habría sido tantos miles de millones de pesos que podían comprarlo casi todo. Hasta la honestidad de Barbosa, si la tenia.
Con la victoria avasallante del presidente Andrés Manuel López Obrador, los planes de Moreno Valle de seguir extrayendo dinero de los recursos del Estado y la nación se habrían dificultado para la nueva Gobernadora, y a expensas de ser alcanzados por la presunta justicia implacable del nuevo mandatario mexicano, estos hayan preferido huir.
Hablamos de nuevas nacionalidades, nuevas identidades, y nuevas vidas, pues datos de PEMEX revelan que 3,028% fue el crecimiento total en tomas clandestinas registradas por la paraestatal en el sexenio de Rafael Moreno Valle, pues el panista recibió el gobierno de Puebla con un registro de 49 tomas en 2010 y concluyó su administración en 2016 con un total de 1533, lo anterior de acuerdo con información que entregó la compañía.
Cabe destacar que un huachicolero en tiempos de Rafael Moreno Valle ganaba hasta dos millones de pesos diarios.
Suponiendo que los M. V. ganaran esa cantidad de dinero durante todos los días de su sexenio, la fortuna del matrimonio se estimaría en aproximadamente 4.38 mil millones de pesos. La mitad de lo que pide AMLO para una Refineria con durabilidad de 40 años.
¿Verdad que es mucho?