Por medio de comunicado titulado “Y rompimos el cerco”, los zapatistas informan de 11 nuevos territorios autónomos, incluido San Cristobal de las Casas; el presidente les da la bienvenida, sin embargo, pide evitar cualquier violencia.
Tuxtla, Gutiérrez, Chiapas, 19 de agosto de 2019. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) informó de la creación de once nuevos territorios autónomos zapatistas, una iniciativa saludada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que pidió sin embargo evitar cualquier violencia.
Entre los nuevos territorios zapatistas está la ciudad de San Cristóbal de las Casas, capital del estado de Chiapas.
El EZLN anunció recientemente en un comunicado titulado “Y rompimos el cerco” la adhesión de estos territorios que se suman a los 27 municipios autónomos y los cinco caracoles o comunidades autónomas zapatistas, con lo que suma ya 43 áreas rebeldes.
“Después de años de trabajo silencioso, a pesar del cerco, a pesar de las campañas de mentiras, a pesar de las difamaciones, a pesar de los patrullajes militares, a pesar de la Guardia Nacional, a pesar de las campañas contrainsurgentes disfrazadas de programas sociales, a pesar del olvido y el desprecio, hemos crecido y nos hemos hecho más fuertes”, explica el comandante Moisés en el comunicado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dio la bienvenida. El zapatismo “dijo que van a ampliarse, y crear más municipios autónomos: bienvenidos, adelante, porque significa trabajar por los pueblos, pero sin violencia”, apuntó López Obrador en su rueda de prensa matutina de este lunes.
Por otra parte, López Obrador se refirió al conflicto por la construcción de la planta termoeléctrica de Huexca, en Morelos, a la que grupos de pobladores de la zona se oponen. “Queda para la consciencia de todos. Quieren que se convierta en fierro viejo, que se vuelva en chatarra, se convierte en chatarra, porque no vamos a reprimir, nada más que tienen que asumir su responsabilidad”, argumentó.
Además, el mandatario mexicano lamentó el asesinato del activista Samir Flores, quien se oponía a dicha obra, pero subrayó que no tiene nada que ver con el Gobierno. “Es inmoral usar el asesinato de este compañero para levantar las banderas contra el Gobierno. Es de conservadores. No es de gente de izquierda”, señaló.
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