LA PEDERASTIA TAMBIÉN ES CULPA DE LOS NIÑOS: NORBERTO RIVERA
Rivera aseguró en una conferencia ante el Frente Nacional por la Familia que en algunos casos de pederastia son los niños “mentirosos” los que incitan a los sacerdotes a pecar
De acuerdo con Manuel Ajenjo, columnista del diario El Economista, el Arzobispo Primado Emérito de la Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera realizó unas desafortunadas declaraciones asegurando que casos de pederastia también son culpa de los niños.
Según el columnista, Rivera Carrera dio estas polémicas declaraciones en su discurso de deslinde del Frente Nacional de la Familia, en donde dijo que en estos casos no toda la culpa recae sobre los sacerdotes.
El Arzobispo explicó que hay niños que desde pequeños mienten y tientan a sus mayores.
VE ESTO: PAREJAS SON AZOTADAS POR TENER RELACIONES SEXUALES ANTES DEL MATRIMONIO
Retorcido pensamiento
Al respecto, Ajenjo escribió:
“Aquí está la clave del retorcido pensamiento del Cardenal Rivera Carrera: expresar que hay niños mentirosos pasa, es más, considero que es obligación de los sacerdotes, como guías morales, enseñarles a los niños a distinguir entre la verdad y la mentira y, sobre todo, a decir la verdad”.
“Pero lo que francamente rebasa una mente sana y se instala en un comportamiento sexualmente patológico es la creencia de que existen niños que son capaces de tentar —verbo que en dos de sus acepciones significa: inducir a la tentación; seducir: atraer, excitar a alguien a hacer algo al mostrárselo necesario, interesante o atractivo.
“Aun suponiendo que la premisa expresada por el Arzobispo fuera cierta, en su aserto lleva implícita la maligna idea de que como el niño indujo a la tentación, sedujo, atrajo y/o excitó a alguien a tener relaciones sexuales con él al mostrárselas necesarias, interesantes y atractivas a éste —inocente sacerdote— no le quedó más remedio que ceder”, opinó el columnista.
Al respecto, explicó que la Iglesia es tolerante con los homosexuales, aunque en su opinión los matrimonios deben llevarse a cabo por amor, con la finalidad de procrear, por lo que se deben dejar de lado las prácticas sexuales antinaturales.
Finalmente dijo que los sacerdotes homosexuales han dejado sus preferencias sexuales para servir a Dios.