Balut es un “platillo” típico de Filipinas considerado uno de los más extraños -y para algunos, asquerosos- del mundo: Se trata de un huevo de pato que se consume cuando el embrión ya está formado, se hierve y se come sacándolo directamente desde la cáscara, sin plato de por medio.
Erica Lim compró un día uno de estos Balut en un restaurant vietnamita en Puchong en Malasia, pero decidió no comérselo.
La compra fue impulsiva y estaba motivada por la curiosidad de saber qué pasaría si lo dejaba crecer, así que decidió empollar el huevo usando una incubadora improvisada
Erica tiene 39 años y usó lo que tenía a mano para armar la incubadora: una caja de espuma de poliestireno y unas lamparas para darle calor al huevo.
Tras dos semanas el huevo se rompió y nació un patito que podría haber estado en el estómago de Erica, pero que en vez de eso la convirtió en una madre.
En un comienzo pensó en llamarla Daisy, pero luego pensó que ese nombre no le quedaba del todo bien y comenzó a llamarla BitBit.
Han pasado dos años desde decidió empollar a Bitbit y Erica no puede estar más contenta con su decisión.
BitBit la acompaña como cualquier mascota acompaña a su humano: está con ella cuando ve películas o lee libros.
“Los patos son maravillosos compañeros. Mi Bibit es encantador y atento. Espero que más gente se dé cuenta de lo divertido que es tener un pato como mascota”.
-Erica Lim.
Además, Bitbit puede darle algo a Erica que ni perros ni gatos pueden otorgar: huevos frescos todos los días.
Bitbit pone un huevo cada 25 horas, así que de hecho Erica suele regalarle a sus amigos porque aunque sean maravillosos, en algún punto se aburre de comer tanto huevo.
Al final, lo único que importa al tener una mascota es amarla con todo el corazón y cuidarla como a un hijo. Y Erica cumple todo eso con Bitbit.
Source: UPSOCL