Para los niños, la navidad es una instancia en que pueden ocurrir milagros pues aún tienen esa inocente perspectiva de que recibirán lo que quieren por acto de magia. Mari Brooks trabaja en la Humane Society of Genesse County, Michigan, hace años. Durante los últimos dos, su hijo Austin de 12 años, ha pasado mucho tiempo junto a ella en el refugio.
A Austin le encantan los gatos, y lamentablemente el mes pasado su gato falleció. Aunque estaba evidentemente triste por lo ocurrido, continuó acompañando a su mamá a ayudar a los animales que más necesitaban de apoyo.
Un día, Austin se ofreció para ayudar al refugio a organizar una sesión de yoga en la que además la gente podía adoptar gatitos. Ahí conoció a Gizzard, de quien se enamoró perdidamente.
Mari vio el especial lazo que formaron los dos de inmediato, y supo que debía adoptarlo. Sin que Austin supiera, hizo el papeleo para que su familia adoptara oficialmente a Gizzard. Luego debía pensar cómo sorprender a su hijo para darle la buena noticia.
En el mismo refugio realizaron un evento de fin de año, donde el mismo Santa llegó a entregarle al niño su más preciado regalo: el gatito.
En un principio pensó que sólo se tomaría fotos con Gizzard, pero cuando supo que era suyo, no pudo evitar soltar unas lágrimas. “Su reacción fue lo mejor que he visto. Todos lloraban mientras lo veían”, dijo su mamá a The Dodo.
Y como era de esperarse, los dos se han vuelto inseparables. “Gizzard duerme con él todas las noches. Cuando Austin lo llama viene corriendo… son de verdad los mejores amigos”.
Eso sí es importante recordar que si piensan regalar una mascota a alguien, deben estar seguros de que esa persona la quiere y desea cuidarla. Muchas veces por regalar de sorpresa, la gente termina abandonando a perros y gatos, que podrían haber ido a familias que realmente los quisieran/podrían mantener.
Source: UPSOCL
