El Cuerpo de Granaderos de la CDMX cuenta con tres mil elementos, un grupo femenino y policía montada; una de sus misiones es el control de multitudes, se trata de un grupo de reacción inmediata para manifestaciones, desalojos, resguardo de sedes gubernamentales, embajadas y eventos deportivos, el fin es brindar seguridad a los ciudadanos.
Sin embargo, en una medida más que demagógica, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció la desaparición del Cuerpo de Granaderos y que sus elementos fueran reasignados a la SSP. La decisión es pésima si tomamos en cuenta que la CDMX tiene más de nueve millones de habitantes y no puede ni debe prescindir de un cuerpo de seguridad como éste, más aun cuando hemos visto la violencia con la que se manejan algunos grupos de manifestantes.
Dentro de sus lineamientos, los granaderos tienen prohibido violentar los DH, pero, en acato a ello, son siempre agredidos no sólo verbal, sino físicamente, con piedras, palos y petardos, lo que ha dejado un número incontable de elementos heridos, algunos de gravedad. Me extraña que el titular de la SSP, Jesús Orta, que sabe de esto, haya apoyado la decisión de la jefa de Gobierno, quizá por no contradecirla, pero si no tuvo el valor de hacerle notar lo que está mal en cuanto a seguridad pública se trata, es mejor que renuncie, porque con estas acciones y actitud pone en riesgo a la población y a sus elementos.
Haber ordenado que los granaderos se presentaran sin escudos ni toletes al partido de futbol América-Pumas fue un error, nunca se pensó en la integridad de los elementos por algún estallido de violencia. Es más, ¿con qué tranquilidad las familias pueden asistir a estos eventos? La embajada de EU manifestó su preocupación al canciller Marcelo Ebrard e hizo lo propio la ciudadanía.
Quizá la decisión de desaparecer a los granaderos es pensando que la Guardia Nacional los apoyará, pero Jesús Orta sabe que eso no es posible. La Guardia Nacional no siempre estará disponible, mucho menos para alguna acción de desalojo, por citar un ejemplo, cuando tiene funciones mucho más importantes en el país.
La SSP cuenta con más de 80 mil elementos, más que los de la Semar. ¿Por qué no, en lugar de negociar con ellos, se opta por incorporarlos a la Guardia Nacional? Tremenda responsabilidad que tiene Claudia Sheinbaum y Jesús Orta en la CDMX, donde hay un exponencial incremento de asaltos, robos con violencia a transeúntes, a casas habitación, de autos, secuestros exprés, extorsión, sin mencionar los delitos de alto impacto.
Ahora anunciaron que más de mil 800 elementos de la PA y PBI, que estaban comisionados, se reincorporarán. Estaría bien que apoyaran en las calles para enfrentar a la delincuencia.
Sheinbaum mostró un video donde se ve que la oficina del exjefe de Gobierno, M. Mancera, tenía vidrios y puertas blindadas. Así se mantuvo, al igual que su secretario de SP, Hiram Almeida, que nunca reconoció la existencia de cárteles en la CDMX. Esta torpeza generó que estos grupos delictivos crecieran y no se atacara el problema. Sheinbaum y Orta deben aceptar su presencia y combatirlos con todo, ya cuentan con la información suficiente. En nada les ayudará negar lo que es visto por todos. No cometan el mismo error. En la CDMX hay ejecuciones, extorsiones y es un centro de distribución mayor de drogas. Inteligencia de las FA señalan que en la capital operan más de ocho cárteles, entre ellos el de Tláhuac, Unión Tepito y La Empresa, algunos con influencia del CJNG.
Otra misión de Orta es acabar con la corrupción y mafias de poder que están enquistadas en la corporación policial más grande del país. Veremos.
DE IMAGINARIA. El secretario de la Defensa, Gral. Luis Cresencio, no debe mandar a sus soldados a enfrentar delitos del orden común hasta no contar con un marco jurídico y puedan actuar bajo el amparo de la ley. Lo que pasó el miércoles en Puebla, donde huachicoleros enfrentaron a los militares burlándose de ellos y vandalizando sus Hummers, sin respeto ni temor alguno, no debe ocurrir nunca más. Se corre el riesgo de perder el total respeto a las FA, única institución que puede frenar la inseguridad en el país.
Source: Excelsior