Never Give Up es el nombre de la traducción oficial de las memorias de Jackie Chan. El texto, publicado en 2015 en China, está finalizando su primera edición en inglés.
Sin embargo, no es como lo esperabamos. El hábil artista marcial, gracioso y todo un héroe mostrado en pantalla al parecer fue sólo un personaje: el propio Jackie Chan se considera un “bastardo”.
Las revelaciones del actor han causado gran impacto entre quienes las han leído: participación en juegos de azar, problemas con el alcohol y frecuentes visitas a prostíbulos son algunas de las cosas que Chan confiesa.
Y aunque asegura estar alejado de esa realidad, las declaraciones realizadas a South China Morning Post, son, por lo menos, impresionantes.
“Conduje borracho todo el tiempo. Por la mañana estrellé mi Porsche, luego por la noche un Mercedes-Benz. Durante todo el día, anduve dando vueltas en una bruma”, escribió el actor.
Junto con ello, relata que en sus constantes visitas a prostíbulos conoció a una mujer que se transformó en una compañera habitual, siendo infiel a su esposa Joan Lin en múltiples ocasiones.
En 1999, luego de conocer a Elaine Ng Yi Lei, Miss Asia ’90, nuevamente engañó a su esposa. Sin embargo, esta vez las cosas tuvieron consecuencias: tuvieron un hijo. Etta Ng hoy tiene 19 años.
Sobre esto, también declara un día haber golpeado a Etta cuando era un pequeño, levantándolo y arrojándolo contra el sofá.
Las confesiones de Chan transitan principalmente entre alcohol, mujeres y apuestas, y no son narraciones agradables para escuchar.
Sin embargo, frente a ellas Jeremy Tiang, el traductor del texto, aseguró y destacó en conversaciones con Variety que el actor es realmente sincero.
“Me sorprendió gratamente lo franco y abierto que es este libro. Aunque había un co-escritor involucrado, se sentía como si Jackie Chan hablara desde el corazón, y fuera sincero incluso sobre los aspectos menos nobles de sí mismo y de su pasado”, dijo.
Pero bueno, nosotros no lo vamos a felicitar. Reconocemos que realizar este tipo de declaraciones es difícil, sobre todo si uno está arrepentido de la mayor parte de sus acciones. Sin embargo, no por eso todo queda en blanco y desaparece.
Agradecemos tu sinceridad, Jackie, pero no vamos a darte la mano. Ni veremos tus películas otra vez (esto no tiene que ver con tus confesiones. Que sean aburridas es tema de otro artículo).
Source: UPSOCL