Como no había ocurrido con otro presidente mexicano desde 1988, Enrique Peña Nieto se va con la más baja calificación ciudadana para un mandatario en los últimos 30 años de gobiernos de PRI y PAN en México.
Ni Ernesto Zedillo, el presidente priista que por primera vez entregó al poder al opositor panista Vicente Fox, tuvo una aprobación tan baja y una desaprobación tan alta como las que ahora tiene Peña Nieto.
Tampoco las tuvo su antecesor, el panista Felipe Calderón, quien emprendió una “guerra” contra el narcotráfico de lamentables consecuencias de violencia y muerte en México.
O el priista Carlos Salinas de Gortari, quien al final de su gobierno (1994) dejó al país sumido en una de las peores crisis económicas y con el levantamiento armado del Ejército Zapatista en Chiapas.
De entre todos ellos y según todas las encuestas publicadas hasta ahora, Peña Nieto se va con el peor nivel de aprobación para un gobierno que prometió los más ambiciosos cambios estructurales con 11 reformas que, a la fecha, no han impactado en una economía estancada en un crecimiento que ronda –más hacia abajo que hacia arriba– el 2% anual.
Al finalizar su gobierno, poco queda del carisma de aquel candidato que llenaba estadios de futbol, aparecía incesantemente en las pantallas de televisión y convenció el voto de quienes creyeron en su eslogan: “Te lo firmo y te lo cumplo”, refiriéndose a los 266 compromisos de campaña que hizo –y firmó ante notario– a los mexicanos durante su campaña.
La más reciente encuesta, publicada por el diario Reforma, demuestra que Peña Nieto es hasta ahora el presidente más desaprobado por los mexicanos, a dos días de terminar su administración, pues 68% de los ciudadanos considera que su desempeño no fue suficiente para aprobarlo, y sólo 21% opina lo contrario.
De acuerdo con Reforma, ninguno de sus tres antecesores alcanzó esos niveles de desaprobación. Zedillo fue aprobado por 69% de los ciudadanos y reprobado por 21%; Fox logró la aprobación de 61% y la desaprobación de 28%, y Calderón fue aprobado por 61% y reprobado por 31%.
Índices similares obtuvo la encuesta de Consulta Mitofsky, en la que aparece con una aprobación de 24%, la más baja desde el gobierno de Salinas Gortari.
Mitofsky además advierte que el nivel de aprobación con que terminan los recientes cinco presidentes de México ha bajado progresivamente con cada uno de ellos, es decir, terminan cada vez peor.
Del 77% de Salinas hasta el 24% de Peña Nieto, este índice pasa por 66% de Zedillo, 59% de Fox y 53% de Calderón.
Respecto de los temas más importantes para el país, la encuesta de Reforma revela que entre 62% y el 69% de los encuestados consideran que la violencia, la inseguridad pública, la corrupción en el gobierno y la pobreza aumentaron durante el sexenio de Peña Nieto.
La negativa percepción sobre estos temas tiene fundamento en las cifras oficiales ofrecidas por la actual administración. Tan sólo el último año del sexenio Peña Nieto será el más violento del que haya registro oficial en México.
Por otro lado, 65% de los encuestados califican a la administración de Peña Nieto como un “mal gobierno”; solo el 10 % lo consideran un “buen gobierno”, y el 24 % cree que fue “ni bueno, ni malo”.
La mayoría de los mexicanos además percibe escasos avances en los principales temas durante el sexenio que termina, particularmente en combate a la corrupción, lucha contra el narcotráfico y en economía.
Los porcentajes de quienes consideran que no hubo avances en esos rubros son los siguientes:
Ante este panorama, 61 % de los encuestados considera que el país va por mal camino y sólo 14% opina lo contrario.
Para los encuestados, los temas de atención prioritaria para el gobierno Andrés Manuel López Obrador que arranca este sábado, son la inseguridad pública, la economía, la corrupción y la pobreza.
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Source: Infobae