Le puso la mano encima a la cámara del timbre para cubrirla, pero ya la dueña de la casa lo había visto cruzar la verja vistiendo un chaleco antibalas y un fusil de asalto.
Sucedió en la Florida, y su esposo también lo veía todo, pero desde California.
Ahora Kevin Flaherty, de 49 años, encara tres cargos de agresión agravada con arma de fuego.
Fue el detector de movimientos de Ring, el sistema de timbre y cámara en la puerta, lo que hizo que la mujer se fijara en las imágenes y viera a Flaherty entrar tambaleante y poner la mano encima del timbre al tiempo que pulsaba el botón.
Eran poco antes de las 11 de la noche del miércoles en el bloque 4800 de la calle Fox Hunt Trail, en Boca Ratón, al norte de Miami. De acuerdo con el reporte de la policía citado por el Canal 10 local, cuando la inquilina vio al hombre armado, corrió y se encerró en el baño acompañada por su hija de 12 años y su hijo de 17.
Su esposo, Tom D’Errico, estaba de viaje en California, reporta el Canal 10, y cuando el teléfono de la mujer se quedó sin baterías, llamó al 911.
La mujer también había llamado al 911, pero la operadora reportó que lo único que pudo oír antes de que se cortara la comunicación fueron los gritos de ella.
En su primera comparecencia en corte, el juez de Circuito Ted S. Booras le negó la libertad bajo fianza a Flaherty mientras no le hicieran una evaluación mental, informa el Palm Beach Post. El domingo anterior, el hombre había amenazado a su propia esposa y a su hija con un arma, y ambas se fueron de la casa.
Sin embargo, Flaherty no fue arrestado entonces.
Otros reportes de vecinos citados por el diario indican que lo vieron caminar por el barrio con el fusil vistiendo el chaleco antibalas.
Después que se fue de la casa por las amenazas del padre, la hija de Flaherty estuvo quedándose dos días en la casa de D’Errico, reporta el diario Sun Sentinel. Esa habría sido la razón por la cual fue allí armado a tocar el timbre.
Gracias al sistema que permite a los usuarios de Ring ver lo que pasa en su puerta mediante una conexión vía internet, D’Errico cuenta haberlo visto todo desde California. Fue después cuando el teléfono de su esposa quedó sin baterías y se interrumpió la comunicación.
“Era como estar en la película Taken“, le dijo D’Errico al Sentinel.
Source: Infobae