Duncan Taylor
El sonido de la campana escolar parece más fuerte hoy que otros días. Ha llegado el momento en que millones de niños de Reino Unido, así como sus padres y maestros, esperan aprehensivamente cada año: el fin de las vacaciones de verano y el inicio de un nuevo ciclo escolar.
Ya sea que le demos la bienvenida, le temamos o tengamos una emoción intermedia, todos sabemos el verdadero significado de esa sensación: la educación sí importa, pues determina el rumbo de nuestra vida. Tenemos la esperanza de que lo que sucede durante las miles de horas que pasamos en la escuela, nos pondrá a nosotros y a nuestros niños en un camino hacia una realización tanto personal como profesional, feliz y próspera. Los datos demuestran que estamos esperando lo correcto: la UNESCO estima que, por cada 20 pesos (0.8 libras) gastados en educación, se pueden generar entre 200 y 300 pesos (8 y 12 libras) de crecimiento económico en una vida laboral promedio de 20 años; y se calcula que cada año de educación extra aumenta los ingresos de una persona alrededor de 10 por ciento. Y diversos estudios confirman que la educación de niñas y mujeres aumenta significativamente la productividad económica de un país. No hay duda de que la inversión en la educación es la mejor que podemos hacer para el desarrollo futuro de nuestras sociedades.
La educación ha sido, desde décadas, una prioridad para Reino Unido, al interior y en el extranjero. Estamos convencidos de que aumentar la calidad educativa y asegurar el acceso igualitario no sólo es un deber moral, sino que contribuye a cimentar sociedades estables que ayudan al mundo a ser un lugar más seguro y próspero para todos. Y como país socio y amigo de México, estamos listos para seguir nuestra colaboración en este tema tan importante con el nuevo gobierno mexicano en iniciativas diseñadas para tener un impacto positivo y duradero en el bienestar social y económico de los mexicanos.
Una de estas iniciativas es el programa de becas Chevening. La semana pasada despedí a 66 futuros líderes mexicanos que estudiarán una maestría en Reino Unido, pagada por el gobierno británico, y regresarán el próximo año para aplicar su conocimiento en campos como salud pública, política pública, derechos humanos, justicia y ciencia e innovación. Estoy orgulloso de los más de 2,500 exbecarios Chevening que están transformando sus comunidades a través de su liderazgo y habilidades. Además, les deseo suerte a los cientos de potenciales nuevos candidatos en todo el país que tienen hasta el 6 de noviembre para aplicar para el programa del próximo año.
Por supuesto, los becarios Chevening sólo son algunos de los aproximadamente dos mil 500 talentosos estudiantes mexicanos que cada año deciden estudiar en Reino Unido. El sábado pasado se celebró otro momento importante: el 15 aniversario de la ceremonia de fundación de la Sociedad de Estudiantes Mexicanos en Reino Unido (MexSocUK), en el London School of Economics en 2003, con la presencia de Carlos Fuentes. El trabajo de esta sociedad al promover la cultura mexicana en Reino Unido es un recordatorio de la contribución sobresaliente que los estudiantes mexicanos hacen en mi país durante y después de sus estudios.
Este año también estamos celebrando el 75 aniversario de la Fundación Anglo-Mexicana y el Consejo Británico en México, dos organizaciones excepcionales dedicadas al intercambio cultural y a mejorar las oportunidades para los mexicanos. Ya sea a través de un programa cultural, la enseñanza del idioma inglés, habilidades para el trabajo a través del Fondo de Prosperidad, México y Reino Unido estamos cada vez más comprometidos a seguir aprendiendo el uno del otro.
Espero sus comentarios en [email protected] y síganos en Twitter: @UKinMexico y @DuncanJRTaylor.
Embajador de Reino Unido en México
Source: Excelsior