Una vez más la población nicaragüense fue reprimida por parte del régimen de Daniel Ortega durante la “Marcha de las banderas”, en Managua.
Este fin de semana se desarrolló la manifestación de los autoconvocados por la libertad de los presos políticos. Los protestantes tenían prevista una ruta de marcha, que se vieron obligados a cambiar por la presencia de las fuerzas orteguistas, en el mismo sector del recorrido predefinido por los autoconvocados desde el día anterior.
Cabe destacar que las cruces que simbolizan al centenar de muertos a lo largo de los últimos cinco meses, ubicadas en la rotonda Jean Paul Genne, el día anterior a la marcha, amanecieron destruidas en claro mensaje de intimidación a los manifestantes.
Rutas de marcha bloqueadas por los antimotines, presencia de caravanas con fuerzas de choque del régimen, fue el preámbulo de los disturbios provocados por los oficialistas y apoyados por las fuerzas policiales y paramilitares.
La represión dejó un herido de bala. Se trata de Carlos Fletes, médico que se desempeña en uno de los hospitales privados de la capital, quien fue atacado por un paramilitar desde una camioneta civil, color roja, sin placa.
La reacción de los manifestantes no se hizo esperar. Alcanzaron otro vehículo que desplazaba a las fuerzas parapoliciales, y la incendiaron.
La policía movilizó más de 30 unidades vehiculares con antimotines y paramilitares, quienes procedieron a dispersar con disparos a los manifestantes y a rodear los centros comerciales hacia donde se desplazaron los protestantes al ver el accionar con armas de guerra por parte de la policía.
La próxima semana se prevé para Nicaragua un contexto muy complejo, dada la reacción que tendrá que dar el régimen de Ortega a los organismos internacionales que ya se han pronunciado en contra de la expulsión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El resultado de una reunión de empresarios que conforman la cúpula del Consejo Superior de la Empresa Privada de Nicaragua, que de manera extraoficial se sabe que discutirán si negociar o no con Ortega y, paralelamente, se estará desarrollando la sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que incluirá el análisis de la crisis sociopolítica del país centroamericano.
La sociedad civil esta empujando un paro nacional por tres días a partir del 5 de septiembre, fecha en que se inicia la sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Tras el ultimátum de Daniel Ortega, la misión sobre Derechos Humanos de la ONU abandonó Nicaragua
El calvario de los familiares de los presos políticos en Nicaragua
Source: Infobae