Bruno Mars tiene esa imagen de ser diminuto, bailarín y tener un buen estado físico. Debería tenerlo, si baila como los dioses, lo que ha demostrado en sus conciertos. Aunque ahora se encuentra en un receso de su tour mundial, quedando más que en evidencia que es un hombre común.
El cantante descansa en México, en Punta Mita, con su novia Jessica Caban, mostrando que sus 32 años están evidenciándose en su cuerpo, especialmente en su peso.
Mars se dejó ver con un evidente sobrepeso con el cual uno no se explica cómo es capaz de moverse así de elástico sobre el escenario como lo hizo alguna ven en el show de medio tiempo en el Super Bowl en 2014.
A diferencia de él, a su novia se le vio estupenda y con estómago plano. Con ella está junto desde 2011.
Bruno ha estado disfrutando de sus vacaciones yendo a pescar en bote con sus amigos, fumando y, más que nada, relajado. Y bueno, se lo merece. Si sigue haciendo buenos espectáculos y canciones, puede tener el cuerpo que desee.
Ya basta de tener solo referentes esbeltos y que todo sea una apariencia perfecta para “agradar” a las redes sociales.
La próxima presentación del artista está agendada para el 7 de septiembre en Denver, Estados Unidos. Solo ahí sabremos realmente si todavía se puede mover como lo recordamos, o si en verdad el trabajo se lo lleva su cuerpo de baile.
Si puede cantar y bailar, independiente de su barriga, sería otro aspecto para alabarle a este hombre.
Source: UPSOCL