En la guerra, el amor y al parecer, también en el fútbol, todo se vale. O al menos eso creen en el búnker de Corea del Sur, quienes elaboraron un curioso plan para evitar que los supuestos espías suecos descifraran la estrategia que utilizarían el día de hoy. Porque sí, el elenco asiático acusó a su par europeo de enviar emisarios para acechar los entrenamientos de los “Tigres de Oriente”.
Y para ello, el estratega, Shin Tae-yong, tenía la respuesta perfecta y así lo explicó en la conferencia previa al duelo con los nórdicos.
“Los jugadores llevaban números un poco confusos. Es muy difícil para los occidentales diferenciar los asiáticos, por eso que lo hicimos”, explicó. Así, el combinado surcoreano cambió las camisetas de casi todos sus jugadores, a excepción de sus dos figuras: Son Heung-min, el delantero del Tottenham, y Ki Sung-yueng, el capitán de los coreanos.
Y, a pesar de que debió echar mano a su creatividad para contrarrestar el espionaje, el técnico afirmó que esta práctica “no es grave”, debido a que “es legítimo que todos los equipos quieran saber más sobre sus oponentes”.
Sin embargo, desde la vereda del frente desmintieron dichas acusaciones. “Janne” Andersson, el estratega sueco -y responsable de la ausencia de Zlatan-, explicó que su colaborador, Lasse Jacobsson, “se enteró de una sesión de práctica” y asistió, desconociendo que “era una sesión cerrada”. Aún así, el asistente sólo “miraba desde la distancia”. Esto, eso sí, no evitó que fuera expulsado de dicho entrenamiento.
“Es muy importante que mostremos respeto a todos nuestros oponentes, en todas las circunstancias… Si alguien pudiese interpretarlo de manera diferente, lo lamentamos”, esgrimió el seleccionador nórdico, quien también fue consultado por la existencia de otras artimañas de cara a lo que viene.
“Los trucos ocultos son trucos ocultos cuando están ocultos”, lanzó, con cierta ironía. Con espionaje o no, los suecos ganaron hoy 1-0 -tras un penal cobrado por el VAR- y empataron a México en el liderato del Grupo F.
Source: UPSOCL