Jeanette Bastidas Hernández no recuerda exactamente el autor de la frase, cree que fue el escritor uruguayo Eduardo Galeano quien decía: “Camino dos pasos y el horizonte se aleja, camino dos pasos más y el horizonte se aleja ¿para qué sirve, entonces, el horizonte?” y se respondía él mismo: “Para seguir caminando”.
De esta manera, la experta en resolución de conflictos responde a los que consideran reiterativas y sin resultados tangibles las convocatorias al diálogo nacional hechas por el presidente Nicolás Maduro en Venezuela, tanto en sus primeros cinco años de gobierno, como después de su reelección, el pasado 20 de mayo.
Los mismos llamados al diálogo, la paz y la reconciliación nacional, a los que convocó su antecesor, el comandante Hugo Chávez, durante sus 14 años de gobierno (1999-2013). La convocatoria más emblemática, la que hizo tras la derrota del golpe de Estado en su contra en el 2002, en el que estuvo involucrado el Gobierno de Estados Unidos y avalaron otros gobiernos europeos (España) y latinoamericanos (Colombia).
“El diálogo no puede ser producto de una coyuntura política, social o económica, este debe ser incorporado de manera permanente a la cultura ciudadana”, aseveró Bastidas Hernández, directora del Centro de Resolución de Conflictos (CRC), una institución venezolana que opera en Barquisimeto, ciudad del centro-occidente venezolano, con dos décadas de experiencia en la cultura de paz y la gestión pacífica de conflictos.
El diálogo Gobierno-oposición “ha comenzado innumerables veces a lo largo de las dos últimas décadas”, recordó Bastidas, docente con maestría en sicología social aplicada en la Universidad de Minnesota, EE. UU., y doctorado en la Universidad de Granada, España, en el área de igualdad de género.
Desde el 2014 hasta la segunda semana de febrero del presente año, se realizaron 338 llamados al diálogo nacional en Venezuela, reveló una cronología sobre esta convocatoria permanente en el país andino, publicada el pasado 18 de febrero por el portal de la televisora interestatal Telesur.
Bastidas considera que en los procesos de diálogo iniciados formalmente entre el Gobierno venezolano y sectores de la derecha, en las administarciones de Maduro y de Chávez, “los egos han prevalecido sobre la conciencia, sobre las metas supra ordinales”.
Éstas hablan de los principios de actuación, de que “lo fundamental (en un proceso de diálogo) es todo aquello que nos une, más allá de todo lo que pudiera separarnos, para poder llegar a unos acuerdos tangibles”.
En el caso venezolano, dijo Bastidas Hernández, es fundamental centrarnos en las actuales condiciones de vida de los venezolanos, afectados por las sanciones financieras, bloqueos económicos, hiperinflación inducida, ataque a su moneda a través del dólar paralelo y extracción de su dinero físico.
Esa realidad ha provocado escasez de alimentos y medicinas, así como otros bienes importados de consumo en el país caribeño. Esta coyuntura, dijo, “debería unir a todos los venezolanos”.
Destacó que “mejorar las actuales condiciones de vida (de los habitantes de esa nación), especialmente en el ámbito económico, debe ser un aspecto esencial para la paz, el diálogo y la reconciliación nacional” convocada por el presidente Nicolás Maduro, tras su victoria electoral del pasado 20 de mayo.
“Abocarse al mejoramiento sistemático de las condiciones de vida de los venezolanos es insoslayable, debería desembocar en un gran acuerdo nacional “, aseveró la docente de la Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado (UCLA) de Venezuela.
– A veces, da la impresión de que el discurso de la paz se queda en pura retórica
– Toda declaratoria que contribuya a la gestión de la cultura de la paz y gestión pacífica de conflictos es bienvenida, pero no es suficiente la declaratoria, la paz no se decreta, la paz se construye de forma compartida con esfuerzo y honestidad de todas las partes.
– ¿Por qué ha sido tan complicado el diálogo político y la paz en Venezuela?
– En estos diálogos ha prevalecido la idea de imponer criterios de un sector sobre el otro, y se ha perdido de vista el conjunto de las metas supra ordinales, de lo que es necesario y conveniente para todo el país, independientemente de las alianzas, de las afiliaciones políticas.
– En Venezuela hay presos políticos (es decir, encarcelados por opinar políticamente) o políticos presos por estar involucrados en hechos violentos con muertos, heridos y destrucción con fines de subvertir el orden constitucional.
-No quisiera enfrascarme en una retórica semántica, en todo caso hablamos de violaciones de derechos humanos, allí está lo que debemos dirimir, pero para avanzar en el diálogo, la paz y la reconciliación, insisto, debemos centrarnos en las metas supra ordinales, en lo que nos une, no en los que nos pueda separar.
– Hay sectores del chavismo que han cuestionado las medidas procesales a favor de los detenidos por la violencia política. También hay sectores de la derecha que rechazan la convocatoria de diálogo, paz y reconciliación del Gobierno, y llaman otra vez a la calle, a subvertir el orden.
– Las voces que están en los extremos se tocan, se parecen mucho, quizás griten más duro, quizás golpean fuerte, pero no contribuyen a la búsqueda de la paz en Venezuela. Acercarnos al centro, a los acuerdos, es la posibilidad de una paz realmente fecunda y duradera.
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Source: El Ciudadano