Después de una semana de escándalos protagonizados por su familia, por fin Meghan Markle pudo barrer con todos los líos el día de su boda con el príncipe Harry luciendo maravillosa y radiante en una ceremonia perfecta y, sobre todo, romántica.
Después de semanas de especulación de cómo sería su vestido de novia, ya lo podemos admirar con toda tranquilidad.
Aparte de estar vestida de impoluto blanco, hay que destacar que la actriz optó por la sobriedad y no quiso nada rimbombante. Así, lo que más destaca es simplemente lo linda que es ella.
Este fue el primer destello frente a las cámaras.
¿Ven lo maravillosa y feliz que se ve?
El vestido es de la diseñadora Clare Waight Keller, actual directora creativa de Givenchy, quien se esforzó por un estilo sobrio y liso con un escote de cuello de barco y entallado en la cintura.
Esto lo complementó con un velo trasparente adornado con bordados en los bordes.
¿Y la cola? Midió 5 metros.
#meghanmarkleSi bien el vestido era sobrio y alguno podrían tildarlo hasta aburrido, toda la atención estuvo en su tiara de donde su sujetaba el velo.
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¡La misma reina Mary de Teck (abuela de Isabel) ya la había utilizado en el pasado! Desde 1953 que no se veía la tiara en público.
El mensaje de Meghan fue claro. Aunque haya entrado a la realeza, se quiere mantener simple y minimalista, algo muy contrario a lo que los cuentos de princesas nos tiene acostumbrados.
Source: UPSOCL
