Robb Pitts, de 45, era oficial de la policía hace 16 años, y fue asesinado por un joven de 21, durante una persecución policial a comienzos del actual mes de mayo. Su muerte remeció la vida no sólo de su familia, sino que de todos aquellos que trabajaron junto a él durante tantos años. Quien se vio especialmente afectado fue su hijo Dakota, de 5 años.
Claro que quien más afectado se vio fue su hijo menor. En un conmovedor video, 70 oficiales se pusieron en fila en el camino de Dakota hacia la escuela el pasado lunes para entregarle la insignia que le perteneció a su padre, junto con una camisa del equipo de SWAT, y abrir la puerta para que entrara a la escuela.
“Dakota la había preguntado a su mamá si alguno de los amigos de su papá podía ir a dejarlo a la escuela, así que ella se acercó a ellos y sus familia”, dijo Les Ham, uno de los detectives del departamento de policía, a CNN.
“Definitivamente sabrá que su papá es un héroe. No es la sangre lo que define qué es una familia, y creo que esta familia fue más allá”, dijo Kelli Jones, otro oficial.
Los oficiales le entregaron estos presentes a Dakota, además de asegurarle que siempre lo apoyarán. El niño tiene otro hermano además y una hermana.
Rob será extrañado profundamente por todos, y los oficiales le dieron las gracias a todos quienes se han estado a su lado durante este difícil momento. Especialmente por el pequeño Dakota.
Source: UPSOCL
