El déficit comercial descendió un 15% en marzo y quedó en un saldo total de USD 49.000 millones, impulsado por un récord en las exportaciones, informó el Departamento de Comercio.
En el tercer mes del año, las exportaciones crecieron un 2%, hasta los USD 208.500 millones, lo que supuso un récord histórico; mientras que las importaciones bajaron un 1,8% hasta los USD 257.500 millones.
La cifra es similar a las previsiones de los analistas y pone fin a seis alzas consecutivas del déficit en el saldo comercial internacional de la nación. Se trata de la mayor caída mensual de este indicador en dos años.
El déficit comercial de bienes con China, muy sensible políticamente debido a las continuas acusaciones del presidente, Donald Trump, a Pekín, se rebajó un 11% en marzo hasta los USD 25.900 millones. Por su parte, el saldo negativo con México creció hasta los 8.000 millones de dólares, equivalente a un 30%.
EEUU está renegociando actualmente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en vigor desde 1994, con Canadá y México.
Precisamente, este jueves llegó a Pekín una delegación de alto nivel estadounidense, liderada por los secretarios del Tesoro, Steven Mnuchin, y de Comercio, Wilbur Ross, con el objetivo de reducir las tensiones comerciales entre las dos grandes economías mundiales.
“Una delegación partió hacia China para comenzar conversaciones sobre el enorme déficit comercial que ha sido creado con nuestro país (…) Debería haber sido arreglado hace muchos años, no ahora. Al igual que con otros países y el TLCAN. Pero lo solucionaremos. Gran potencial para EEUU!”, dijo Trump este martes en un mensaje.
El objetivo del mandatario es que China rebaje en USD 100.000 millones su superávit comercial con EEUU, que en 2017 se ubicó en USD 375.000 millones.
Por ello, Trump ha amenazado con imponer aranceles a las importaciones chinas por valor de USD 150.000 millones, a lo que Pekín ha respondido con represalias por valor de USD 50.000 millones a productos estadounidenses.
Estas tensiones, sumadas a las de los aranceles de acero y aluminio, ha generado notable inquietud en los mercados internacionales ante la posibilidad de que se desencadene una guerra comercial que dañe el buen ritmo de crecimiento global.
En este sentido, los economistas ponen en duda los argumentos de Trump para reducir el déficit comercial, y recuerdan que la economía estadounidense suele ampliar sus saldo comercial negativo en épocas de bonanza como la actual.
A ello contribuirá el agresivo estímulo fiscal impulsado por Trump y aprobado por el Congreso mediante notables recortes de impuestos para empresas y, en menor medida, para trabajadores que es previsible que eleve aún más las importaciones ante la mayor renta disponible.
Con información de EFE
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Source: Infobae