“Estoy viendo a alguien detrás tuyo. Un hombre con pelo oscuro. ¿Alguien cercano a ti se ahorcó a sí mismo?“. Las palabras y sobre todo la pregunta helaron la sangre de Gayle Saks Rodríguez. Había pagado 40 dólares junto con otro grupo de mujeres para visitar a una médium. Le parecía una idea divertida, diferente. Pero todo dio un giro inesperado.
Saks -una afamada bloguera norteamericana- fue invitada a una audición con una médium en Boston. Ocurrió tiempo atrás y fue por medio de una amiga, bien instruida, quien le regaló la entrada para ir con ella. Nunca había creído en ese tipo de personajes. Siempre sospechó que sacaban provecho de personas en situación de vulnerabilidad. Y que aquella no sería la excepción.
Sin embargo, le pareció curioso aceptar la invitación y asistir al show.
Las primeras palabras que pronunció la mujer fueron “horribles”. Fueron bromas acerca de la comida que había disponible. Dijo que la disfrutaría -pese a su mal aspecto- antes que “el espíritu” lo hiciera y la dejara con hambre. A Saks y a sus amigas les pareció de mal gusto.
Finalmente, comenzó su invocación a las almas errantes.
A la primera que sorprendió la médium fue a otra participante. Le consultó acerca de una mujer de edad avanzada a la que le gustaba el té. “¡A mi madre le gustaba el té!“. “Veo a otra persona con ella tendiendo un juego de té sobre un mantel de encaje“, describió la escena. “¡Esa era su hermana, mi tía Linda!“.
A otras hermanas de alrededor de 30 años les describió a su “tío Ed“. Y así continuó, ante la incredulidad de Saks, quien creía que los datos le habían sido dados por un productor. Pero como era de esperar, y a pesar de haber ensayado con su marido la noche anterior para no expresar ningún tipo de sentimiento a la médium, llegó su turno.
Fue en ese momento cuando la mujer “con poderes” a quien todos miraban azorados la sorprendió y tiró por la borda sus ensayos de “cara de póker“. “Estoy viendo a alguien detrás de ti. Un hombre con pelo oscuro. ¿Alguien cercano a ti se ahorcó?“.
Efectivamente, dos años atrás, un muy amigo de Saks se había quitado la vida. Se trataba de Craig, un íntimo cuya vida había estado en jaque durante cinco años por su adicción a la metanfetamina. Su cerebro, ya destruido, dio una última instrucción: poner fin a su vida, ahorcándose.
De acuerdo con la médium, Craig estaba allí, en la sala, alrededor de ellos. “Estoy sintiendo que una mujer lo encontró y él lamenta mucho haberle hecho pasar eso“, agregó a su audiencia y a la propia Saks, que no salía de su asombro. Eso terminó de helarle la sangre. Su amigo había decidido suicidarse en el cuarto de un hotel en Los Ángeles. Y había escrito una nota que en aquel escenario y a esa multitud que la observaba sonó terrorífica: “Lamento que haya tenido que encontrarme así“, decía el papel que había dejado en su habitación.
La médium continuó su relato acerca del hombre que había decidido quitarse la vida y cuya amiga íntima estaba allí. Explicó que Craig estaba aún solucionando los problemas que no había podido resolver en vida. Pero nunca hizo referencia a la relación entre ambos. Ni que el espíritu de su amigo estaba allí para hacerle algún reproche. Saks estaba triste y conmovida por la revelación, según la columna que escribió en el Huffington Post.
A las 9 p. m. en punto, la conductora dijo que aquellas almas que se habían congregado junto a ellos se habían marchado.
Hoy, tres semanas después de esa experiencia, Saks duda si intentar tener un encuentro privado con la mujer para saber más sobre su amigo.
“Tengo muchas ganas de que Craig realmente haya estado en esa habitación. También quiero que vuelva a aparecer. Quiero saber si está contento o al menos si ya no está sufriendo. Pero, lamentablemente, no creo que sea feliz y ciertamente no creo que me esté cuidando, sobre todo porque ni siquiera creo en una vida futura, sino también porque pasó su vida como un alma torturada. Además, Craig habría pensado que todo esto era completamente absurdo“, escribió Saks.
Pero también cree que si tiene una reunión a solas con aquella mujer, también podría aparecerse su madre, una sobreviviente del Holocausto, quien también se suicidó. “Quizás mi mamá aparezca y me diga que es feliz y que me cuida y que se disculpa por lo que me hizo“, agregó.
Finalmente, Saks dejó flotando interrogantes respecto a su experiencia sobrenatural, en la que nunca había creído: “¿Realmente quiero saber más de lo que ya sé? ¿Y hay alguna razón por la que necesito saber más? La idea de que me concedan cierta comodidad me atrae obviamente, pero ¿a qué precio? ¿Y es tonto buscar respuestas fáciles a preguntas difíciles? Todavía no lo sé y, al igual que la pregunta de si alguna vez podemos llegar a los que hemos amado y perdido, probablemente nunca lo haga“.