‘Trasplante de riñón’, tres palabras que causan temor, angustia y dolor, pero que también, dan esperanza y la oportunidad de llegar a la prueba de amor verdadero.En el Hospital para el Niño lucharon durante 49 años para poder realizar este tipo de cirugías, y en 2016, se logró la primera.Hoy, siete menores han recibido de sus padres una segunda vida, la oportunidad de dejar las diálisis y desarrollarse como niños normales, sanos y fuertes, con ansias de comerse al mundo.Narran historia. Tal es el caso de Roxana, paciente transplantada de 13 años con insuficiencia renal crónica, una niña que tuvo la oportunidad de recuperar la chispa gracias a su mamá.El 28 de junio del año pasado recibió el riñón por parte de su mamá, y Roxana pudo dejar las hemodiálisis, superar la enfermedad, tomar agua, no estar en tratamiento, ser feliz. ‘Cuando nos dijeron que yo sería la donadora, empezamos el protocolo, nos dieron las mejores opciones. No puedo explicar la alegría que me da saber que al haber donado un riñón, pude darle vida a mi hija”, relató Marisol, mamá de Roxana.Hoy, ambas se han recuperado, lucen sanas, felices, pues de la mano sortearon una de las batallas más duras y más que nunca, Marisol vive en Roxana.Finalmente, directivos del Hospital para el Niño dieron a conocer que en breve se arrancarán programas de prevención para detectar a niños que tienen ya la patología. leer más
Source: El Gráfico