Esto es tal cual la película “Máxima velocidad” en donde un bus no podía disminuir de los 80 kilómetros por hora o explotaba. Si esto pasara en la vida real, sería una verdadera pesadilla, pero como la realidad supera constantemente la ficción, algo similar pasó en Estados Unidos.
A un hombre se le quedó atascado el acelerador en plena carretera, mientras manejaba a 160 kilómetros por hora.
Sin saber qué hacer ante esta muerte casi segura, Joseph Cooper llamó desde su BMW X-5 a la Policía. Marcó el 911 y avisó que necesitaba asistencia o terminaría estrellándose contra algo.
“Creo que el acelerador está atascado y estoy en la I-95”, dijo. Esto mientras gritaba a los demás que se apartaran de la vía. Las preguntas que le hacían los policías eran para poner aún más nerviosos.
“Señor, ¿no sabe por qué se habrá atascado”?. Obviamente, no tenía idea. Luego le preguntaron si había probado los frenos de emergencia. “No, y a 160 kilómetros por hora no tengo la intención de hacerlo, disculpe”.
Para frenarlo, usaron barreras con pinchos para desinflar las ruedas y luego una maniobra de PIT. Esta consiste en hacer parar el coche impactando con él por el costado.
El conductor fue trasladado al hospital con dolores en el pecho, pero nada tan grave como lo que acababa de vivir.
Source: UPSOCL