Desde pequeño he tenido una especial fascinación por los colores, y en particular por la siempre atrapante exposición de ellos que puedes ver en los caleidoscopios. Desde el más artesanal hasta los que eran catalogados como piezas de arte, la fiesta cromática era siempre igual de atractiva para mis ojos. ¿Soy un bicho raro acaso?
Porque no quiero ser el único que les cuente, bajo una objetiva emoción, que existe un lugar -en Sídney específicamente- en el cual puedes sentirte atrapado dentro de ese artefacto hexagonal.
Esta recreación onírica es obra de la alemana Katharina Grosse, una artista visual que suele realizar obras a gran escala. Irónico, si consideramos que su apellido es básicamente “grande” en su idioma natal.
La obra, capaz de seducir a cualquier amante de los colores, o las exposiciones gigantes, o simplemente quienes quieran acudir a una experiencia artísticamente inmersiva, está emplazada en el centro de arte contemporáneo Carriageworks, en la capital australiana, como parte del Festival de Sídney 2018 –hasta el 8 de abril. Y como pueden ver, le saca jugo a cada esquina de su gigante infraestructura.
El proyecto se titula The Horse Trotted Another Couple of Metres, Then it Stopped, que en inglés es “El caballo trotó un par de metros más, entonces se detuvo”. Y no, tal como tú, no tenemos menor idea de qué significa.
Para realizar la “voluptuosa” obra, la artista debió utilizar cerca de 90 mil pies cuadrados de tela, los cuales fueron pintados con pintura spray. ¡Vaya trabajo!
“Estaba fascinada por la idea de llenar un espacio. Estaba interesada en tomar esta amplia superficie y minimizarla cubriéndola, o incluso escondiendo completamente lo que hay allí. Entiendo la pintura como algo que, como lo vemos, viaja a través de nosotros y realinea nuestras conexiones con el mundo“, expresó Grosse en un comunicado sobre su trabajo.
Y claramente, esto lo logró.
Source: UPSOCL