Por Adrián Ruiz
Tadeo Jones, el explorador, poseedor de un extraño festejar, está de regreso para experimentar nuevas aventuras, en esta ocasión, y acompañado por una momia asistirá a una exposición en Las Vegas, con la finalidad de conocer todos los pormenores sobre la existencia del collar de Midas, el mítico Rey que convertía en oro todo aquello que tocaba. La exposición es dada por Sara, la niña de sus ojos, aunque ella no está enterada de sus sentimientos.
En medio de una velada, un magnate con ansias de poder irrumpirá en la ponencia y raptará a Sara, obligando así a Tadeo, la momia y sus mascotas, a emprender una carrera contrarreloj para hallar estos tesoros y así poder rescatar a su amada. Este es el marco de una cinta en la que las aventuras, el amor, la amistad, el sacrificio y el sentido del humor tienen una cita.
De manufactura española, esta nueva entrega, que tardó cinco años, presenta una animación decorosa, más pulida en sus personajes y paisajes. De igual modo, los gags recaen en la momia, quien ofrece ratos de esparcimiento en sus diálogos e indumentarias, incluso hay una que evoca a La Manuela, de El lugar sin límites, a esto se suma el doblaje de Adrián Uribe, quien, con una voz aguda, lleva por buen puerto al personaje.
En medio de mitos como el de Midas, el cual se agradece y se presenta en una forma atractiva, con misterios, pirámides y otras exquisiteces; Tadeo y Sara harán un balance de vida, lo que sacrifican por la profesión que tanto aman, y después de toda una travesía podrán llegar a un balance, en ese sentido, los personajes también consiguen fluir con la historia.
Tal vez no hace el hallazgo del siglo en cuanto a animación y entretenimiento, no se convertirá en oro, pero sí es capaz de ofrecer un rato de esparcimiento para toda la familia; todo fluye de manera natural y sin complicaciones.
- DIRIGE: Enrique Gato y David Alonso.
- ANIMACIÓN
Source: Excelsior