Desde temprana edad Marc Wübbenhorst de 35 años, ha sufrido de sed excesiva, sin embargo siempre lo asoció a una manifestación normal del cuerpo. Durante toda su vida lo atribuyó a una condición de su organización, sin darse cuenta que este tipo de síntomas escondían una atípica enfermedad que provoca que los riñones eliminen el líquido casi tan rápido como se ingiere.
Se trata de una enfermedad metabólica llamada diabetes insípida, cuyo principal síntoma es una sed intensa y constante y la excreción de grandes cantidades de orina. El agua no sólo le permite mantener hidratado, sino que sin ésta no podría sobrevivir debido a que su cuerpo no es capaz de contener el agua.
El joven arquitecto de origen alemán, nació con esta afección por lo que ha aprendido a lidiar con ella, sin embargo en su niñez sufrió de depresión al no poder llevar una vida normal. La sed extrema desencadenó un agotamiento permanente, a raíz del cual no quería salir de su casa, ni estar con sus amigos.
Además de tener que ingerir más de 20 litros de agua, Marc Wübbenhorst no es capaz de dormir por más de horas, debido a que debe ir permanentemente al baño. En menos de 24 horas, el joven arquitecto debe ir al menos en 50 ocasiones al baño a excretar el exceso de líquido que produce su cuerpo.
Los viajes de largas distancias pueden incluso arremeter contra su vida debido a su condición. En conversación con Neue Westfälische, Marc relató un escalofriante hecho, en el que estuvo al borde de perder la vida. El tren en el que viajaba se descompuso, retrasando severamente el viaje, que originalmente se prolongaba por un par de minutos. En ese momento no contaba con una botella de agua, por lo que al descender de la máquina, experimentó algunos de los severos síntomas de deshidratación, sin embargo y afortunadamente se topó con un amigo, quien lo auxilió.
Source: UPSOCL