CIUDAD DE MÉXICO.
Los accidentes aéreos han privado al mundo de disfrutar a las joyas de la historia musical. Es casi una maldición hermana a la del Club de los 27, a la que pertenecen Jimi Hendrix, Janis Joplin y Kurt Cobain.
Justo en el aire encontró su último aliento Otis Redding, el Rey del soul. Hace 50 años James Brown le pidió que no subiera al avión que lo llevaría a cumplir con una fecha en Madison, Wisconsin, debido al mal clima, pero el cantante hizo caso omiso y subió en plena tormenta al avión que se estrelló en Lake Monona, según testimonios de Ben Cauley, único sobreviviente del accidente y ya muerto hace dos años.
Ahí terminó la vida de Redding, atado a su cinturón de seguridad, como se encontró junto a los demás pasajeros, un joven que estuvo a nada de conocer el éxito después de trabajar arduamente durante tres años en la escena del soul, seductor del mismo Brown por su voz y precursor de las estrellas del R&B.
A semanas estuvo de vivir lo que es un fenómeno musical, pues fue el 8 de enero de 1968 cuando su canción (Sittin’ On) The Dock of the Bay, que realizó junto a Steve Cropper, salió a la luz para paralizar a la industria.
Debutó en primer lugar de las listas de popularidad, se mantuvo cuatro semanas, cuarto lugar en ventas de discos pop del año, que lo convirtió en la joya de la corona de Redding al ser certificado con cuatro millones de copias vendidas en todo el mundo; además de ganar dos Grammys póstumos en las categorías como Mejor Canción R&B y Mejor Actuación Masculina de R&B.
El joven, oriundo de Dawson, Georgia, sabía que la fama estaba apunto de llegar, al igual que los fans que describieron fascinados por la manera en la que clausuró el Monterey Pop Festival en junio, medio año antes de fallecer.
De acuerdo con el Daily Telegraph, la gente recuerda esa actuación como épica, enloquecida, con muchas personas dando vueltas, gritando y vibrando con la versión que realizó de (I Can’t Get No) Satisfaction de The Rolling Stones. Sin embargo, su nombre pasó a ser leyenda y parte de la historia del festival nada más.
El chiquillo que creció cantando para el coro de la iglesia jamás pudo ver cómo su voz cautivó a Jim Morrison y Robbie Krieger, de The Doors; ni al extrovertido cineasta David Lynch, que introdujo I’ve been loving you too long durante la reciente temporada de la serie de televisión Twin Peaks.
“Es la versión que cantó en el Monterey Pop Festival, donde estuvieron Janis Joplin y Jimi Hendrix, cuando escuché a los tres me volví loco por lo grandes que son.
“Hay muchos sentimientos encontrados a través de esa canción. Es una de mis favoritas de todos los tiempos, me vuelvo loco, siempre empiezo a llorar como un bebé cuando la escucho”, confesó el realizador y productor al portal Pitchfork.
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Source: Excelsior