En pleno apogeo del proceso penal contra SQM, que involucró a la minera no metálica de Julio Ponce Lerou en pagos a tiendas políticas, el ex director del Impuestos Internos, Michel Jorrat, denunció que un funcionario del servicio tributario filtró antecedentes secretos a La Moneda.
“Era, creo, un operador, y tenía ciertas vinculaciones con Interior. Un señor que se llama Sergio Palma. Entonces había filtraciones de cosas nuestras y luego nos enterábamos de que habían salido por el lado de la subsecretaría de Interior”, aseguró.
Palma trabajó como asesor de la subdirección jurídica del SII hasta mayo de 2015, sin embargo, negó las acusaciones de Jorrat.
Su nombre volvió a generar ruido cuando Gendarmería lo contrató para encabezar la Dirección de Logística bajo la naciente administración del ex jefe de la División de Investigaciones de Interior, Jaime Rojas, quien es cercano al subsecretario Mahmud Aleuy.
Palma escaló allí con rapidez, ocupando la subrogancia de la Subdirección de Administración y Finanzas del ente penitenciario y, desde ese puesto, dirigió la comisión evaluadora que licitó la actualización del sistema de monitoreo telemático, el cual fue adjudicado a la empresa de capitales israelíes Global Systems.
El proceso ha enfrentado reclamos en Contraloría y el Tribunal de Compras Públicas, tanto desde la asociación de funcionarios ADIPTGEN, que ha denunciado persecuciones al personal y bajas de grado arbitradas por Palma, como también de empresas competidoras en la compra de $22.500 millones, Track Group y Pegasus.
Antes de publicar un reportaje sobre las tobilleras en octubre y después de recoger cuestionamientos a las competencias de Sergio Palma para ejercer el cargo con ausencia de un proceso oportuno de Alta Dirección Pública en la vacante de subdirector, El Ciudadano pidió el currículum del funcionario vía Ley de Transparencia.
En la respuesta llamó la atención que al pie del documento curricular de Palma -quien recibe asignación profesional como administrador público- se indicara como fecha de emisión de éste el mes de marzo de 2016, pese a incluir en la lista cargos que él asumió en 2017.
Observando la anomalía, El Ciudadano presentó un amparo al Consejo para la Transparencia, apuntando a dudas de que el registro fuera el mismo que se tuvo a la vista al momento de aprobar la llegada de Palma a cargos jerárquicamente relevantes en la institución
CONTRATOS AL DESNUDO
En sus descargos al Consejo, el jefe del Departamento de Recursos Humanos (s) de Gendarmería, Andrés Espinoza Loyola, indicó que Palma efectivamente elaboró con sus propios medios el documento solicitado por El Ciudadano, actualizando uno que ya tenía en su poder.
“Por lo tanto, podemos indicar en este punto que la discrepancia a la que apunta el solicitante (sobre las fechas) se trata meramente de un error involuntario”, afirmó, agregando que “el documento en cuestión, no consta dentro de los documentos que deben acompañarse y que acreditan los requisitos de ingreso a la Administración del Estado”.
Pese a ello, Espinoza adjuntó un “pantallazo” del Sistema de Administración y Control del Personal de la Administración del Estado – SIAPER – de la Contraloría. Allí, advirtió este medio, figura un dato que Palma explícitamente omitió en el primer currículum: sus lazos con un organismo de inteligencia del Ministerio del Interior.
En la ficha es mencionada la Resolución Nº 1 de la Dirección de Seguridad Pública e Informaciones (Dispi), del 24 de enero del año 2000, que oficializó la contratación de Palma Sepúlveda en el organismo secreto de inteligencia formado en 1993 como continuador de “La Oficina”.
Consta además que el contrato fue prorrogado a través de las Resoluciones Exentas Nº 894 y Nº 931 de la Dispi, de diciembre del 2000 y diciembre del 2001, respectivamente, y que culminó cuando Palma renunció a la entidad que supervisaba el ministro de Interior de la época, José Miguel Insulza, con fecha 22 de julio del 2002, según la Resolución Nº 8 emitida el mismo día.
HOMBRES DE ALEUY
Los anteriores documentos ratifican los lazos de inteligencia de Palma y su relación jerárquica con Gustavo Villalobos, actual director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) que en 2004 reemplazó a la Dispi. Junto a ello se conoce que ambos trabajaron en la Vicaría para la Solidaridad y que Palma es cercano al académico Alejandro Hernández, quien trabajó como analista de la ANI.
Altas fuentes comentaron a este medio que Palma abandonó la Dispi en medio de cuestionamientos sobre un posible uso irregular de fondos para el pago de informantes.
Ello se dio poco después de la polémica generada por los contactos entre Lenin Guardia -involucrado en el caso de la carta bomba a la Embajada de Estados Unidos- y el entonces jefe de gabinete de Insulza, Guillermo Miranda, hoy asesor del subsecretario Aleuy.
Miranda también es señalado como el nexo entre el alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, y el ex ministro y secretario general de la OEA Insulza, a quien la autoridad comunal indagada por presuntos vínculos con traficantes visitaba en el Palacio de Gobierno.
Dentro del círculo de Aleuy no solo está Miranda, sino Alberto Barrera, alias “El Beto”, principal asesor del ex ministro del Trabajo Osvaldo Andrade en el primer gobierno de Bachelet. Fue casi al término de éste que Aguilera ejerció labores de “auditor” para dicha cartera.
Source: El Ciudadano