Lisa Bustani no se veía preocupada ese día. Era 4 de julio, día nacional de Estados Unidos, y su hija Gabby jugaba tranquilamente en el jardín de su casa. Nada hacía pensar lo que sucedería después, ya que de un momento a otro, Gabby perdió toda su visión. Una vez que la llevaron al médico, el diagnóstico fue lapidario: debido a una extraña condición ocular genética, la niña no podría ver por el resto de su vida. “Todo sucedió tan rápido…esta enfermedad ha causado ceguera en siete generaciones distintas de nuestra familia, pero Gabby ha sido la más joven”, cuenta Lisa.
La condición de Gabby se activó en un mal momento: justo antes de caer enferma, la chica había recibido una beca para participar en una competitiva liga de fútbol, deporte en el cual destacaba. Ahora, en cambio, está aprendiendo a caminar nuevamente con la ayuda de un bastón y practicando la lectura en sistema Braille, entre otros. Aparte, sufre de constantes migrañas y vértigo dada la presión que se genera detrás de sus ojos, lo que la hace perder el equilibrio constantemente.
Pero para Gabby, lo peor de todo ha sido la relación con sus amigos. Ha sufrido de mucha ansiedad, ya que sus compañeros no saben cómo reaccionar cuando van a visitarla. Entonces, han dejado de ir.
Había que buscar otros recursos para que Gabby estuviese contenta y cómoda con su nueva condición. Y esa respuesta estaba en Hannah, una perrita San Bernardo de un año de edad, que se transformó en la mejor amiga de Gabby y en su principal soporte.
Su lazo fue inmediato e inquebrantable. Apenas Gabby conoció a Hannah, ella se puso con su panza arriba, como si estuviese esperando un abrazo. Gabby la abrazó y listo, era como si ambas supieran que se necesitaban la una a la otra.
Lisa Bustani a The Dodo
Gabby y Hannah funcionan juntas en prácticamente todo, y la perrita cuida muy bien de su ama. Su inteligencia le ha permitido darse cuenta cuando Gabby está a punto de caerse por sus mareos; por lo mismo, se pone adelante de ella o entre sus piernas para evitar que se vaya a piso. Y eso que nunca fue entrenada.
Por lo mismo, Lisa decidió que Hannah sea adoctrinada como perro de servicio, y contactó a un entrenador profesional para que le enseñe distintas tareas, como el apoyo físico, acarreo de objetos y guiar a Gabby. El entrenador aceptó recibir menos dinero del que cobra por el servicio, ya que la chica fue operada de sus ojos hace unas semanas, y la familia también debe pagar por ese costoso tratamiento. Pero vale totalmente la pena.
Cuando volvimos a casa y Gabby se entristeció por lo de sus amigos, Hannah estaba ahí mismo con ella. Y escuché a Gabby decir: ‘Hannah, eres mi mejor amiga y me amas sin importar mi condición’. Las lágrimas pararon de brotar de sus ojos, y Gabby recuperó su sonrisa porque Hannah la acompañaba. Esta perrita ha cambiado todo para nuestra hija.
Lisa Bustani a The Dodo
Finalmente, Gabby ha aprendido mucho sobre los animales. Y le apasionan tanto, que más adelante quiere trabajar como voluntaria en refugios de animales. ¡Y todo gracias a su fiel Hannah!
Source: UPSOCL