CARACAS, 23 jul (Reuters) – A pesar de la presión en casa y desde el extranjero, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insistió el domingo en que la próxima semana se llevará a cabo la elección de los miembros de una Asamblea Constituyente que sus adversarios dicen institucionalizará una “dictadura” en el país petrolero.
“La derecha imperial cree que puede dar órdenes en Venezuela. El único que da órdenes aquí es el pueblo”, dijo Maduro en referencia a la amenaza de sanciones económicas que hizo Estados Unidos en la semana si es que el controversial voto se lleva a cabo.
“En una semana el pueblo de Venezuela estará eligiendo la Asamblea Nacional Constituyente”, insistió Maduro.
El sábado, la oposición anunció un nuevo paro nacional para el miércoles y jueves como medida de presión para evitar que el mandatario eche a andar la Asamblea Constituyente, que no sólo reescribirá la carta magna, sino que estará por encima de los demás poderes públicos.
Maduro, un exchofer de autobús de 54 años, insiste en que la Constituyente busca pacificar el país, incluir los populares subsidios en la carta magna e instaurar una economía postpetrolera que permitiría a Venezuela librarse de la enorme dependencia de sus exportaciones de crudo.
Pero la oposición asegura que lo único que busca Maduro es suprimir las próximas elecciones -incluidas las presidenciales de fines del 2018- y tomar el control de todos los poderes públicos, entre ellos el Congreso -en manos opositoras- y la Fiscalía, cuya jefa rompió con el Gobierno meses atrás.
Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia reciente. A los cuatro meses de protestas que han dejado unos 100 muertos, se le suma una inflación de tres dígitos, una recesión económica y escasez de alimentos y medicinas. (Reporte de Andrew Cawthorne; Reporte adicional de Diego Oré. Editado por Marion Giraldo)