Parece como si el tiempo no avanzara y en lugar de eso cada momento se repitiera, casi como un déja vu. Las cosas a mi alrededor van al paso que doy, pero yo no, me atraso una y otra vez, por alguna razón, que sin darme cuenta ha arrebatado mi tiempo y el par de décadas que tengo.

Soy alegre, a veces positivo, mayormente negativo, poco optimista, muy escéptico y cuando me conviene algo, desenfrenado, aparentemente un chico normal, pero hay algo más, que hace parecer todo lo que soy un simple espejismo. En algún momento supuse que era una sensación temporal, pero supongo que llegó para quedarse.

Siempre pensé que llevaba una vida normal y miraba a mi alrededor muy diferente a los demás, varias veces aquí, por allá, y mis ojos se sentían cansados. Lo mismo pasaba con mis manos, mis dedos, incluso mis ganas de pensar, porque se repetían de forma compulsiva y siempre pensando en algo a manera de preocupación.

A vista simple parece un caso de ansiedad, tan típico como el de la mayoría, y lo es, aunque no del todo. Me preocupo por muchas cosas, incluso por las que no debería, pero es tan típico de mi que me he empezado a cansar. Mi vida parecía común hasta que entendí algo muy importante y no es sólo entender ser víctima de la ansiedad.




Obsesivo y compulsivo



No un caso cualquiera, pero uno de su tipo y de una enfermedad psicológica de la que no se puede escapar fácilmente. Tengo muchas cosas por las qué vivir, personas a quién amar y sueños que quiero cumplir, pero si algo que sienta no haga bien se interpone en mi camino es señal de que todo irá mal, y estoy equivocado.

Pongo como ejemplo casos de la vida muy cotidianos, como el correcto funcionamiento de mi PC o celular, y preocupación por las personas que son mi familia, como sentir que están en peligro, y que si algo sale mal o si se trata de una persona esté lastimada, siento que será mi culpa si no hago algo en específico.

Desde repetir una y otra vez las actividades diarias y de rutina, para entender cuál es el problema realmente, hasta evitar acciones que considere indebidas, inútiles o tontas o que puedan, como resultado de un ficticio efecto mariposa, alterar la realidad y todo a mi alrededor empezara a fallar o terminara estando en peligro.




Y he perdido suficiente



Si bien he entendido mi situación y sé cuál es mi problema, pocas veces me dedico a pensar en las cosas y ocasiones que he perdido por no tratar mi caso. He leído los testimonios de personas que padecen este tipo de ansiedad y sólo leer algunas líneas me dejó mucho en qué pensar.

“Perdóname si parece que no te hago caso, pero no es lo que quiero y entiendo que está mal”; “siento que lo hago por ti y aunque no lo comprendas, puede que no tenga sentido”; “me perdí de momentos que no volverán a repetirse por pensar que algo saldría mal”; son algunos pensamientos y me uno a su sentir.

Pensar en algo negativo es normal, pero en demasía no está bien, es un peligro para la salud mental. Más aún si echarse la culpa es la solución a una situación que no se ha presentado, porque lo peor viene cuando sucede y te crees la gran mentira de que controlas lo que sucede a tu alrededor.

Ojalá me equivoque, porque si tuviera razón, supongo que la vida no tendría sentido. Y si soy yo quien tiene control de ella, no voy a terminar siendo su víctima.
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Post y Contenido Original de : Ay ojon
Carta anónima: La maldita ansiedad me está matando
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