La lumbre y el estallido surgieron casi al mismo tiempo. Luego otras dos explosiones. La nube blanca se alzó y alcanzó el cielo. Todos en este municipio supieron que otra vez la pólvora les cobraba tributo.
La Saucera parece inmensa cuando se recorre a pie. Los talleres de fabricación de pirotecnia están uno junto al otro, con un área de amortiguamiento para evitar que en caso de accidente haya reacciones en cadena, lo que no siempre sirve.
Testigos relataron que primero fue una explosión y casi enseguida otra y otra más. Al poco rato llegaron bomberos de la subestación ubicada en avenida Xahuento, en la entrada a La Saucera. Luego policías estatales y municipales arribaron al lugar.
La Saucera es la zona autorizada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para la instalación de talleres de fabricación de productos pirotécnicos. “Polvorines”, les llaman. En el lugar hay cerca de 300 talleres, cada uno que brinda trabajo a unas 15 personas, en promedio.
Eloy Hernández, uno de los permisionarios de La Saucera, aseguró que el accidente cobró gran magnitud por la imprudencia de los propios artesanos, ya que obligaron a los bomberos a sofocar el fuego y rescatar a dos hombres que habían muerto por la explosión, sin verificar antes el tipo de material que todavía quedaba en el sitio.
El pirotécnico, junto con otros artesanos, encaró a Alejandro Ozuna Rivero, secretario de Gobierno del Estado de México; Gabriel O’Shea Cuevas, secretario de Salud de la entidad, y Luis Felipe Puente Espinosa, coordinador de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, quienes visitaron el lugar de los hechos. Les reclamó más apoyo y atención para evitar accidentes de este tipo.
Aseguró que considera injusto que se suspendan las actividades pirotécnicas en Tultepec, cuando los gobiernos estatal y federal han ignorado a los artesanos del municipio.
“Es increíble que ahorita, después del incidente, nos carguen la mano a los que tenemos permiso. Hay que abrir los ojos más allá de esto, señores. Hasta ahorita no tenemos ningún importador de materiales pirotécnicos que les exijan certificación del material, no sabemos qué material o qué tipo de material están metiendo”, apuntó.
Eloy Hernández mencionó que dos hombres murieron por el estallido en el taller y pirotécnicos obligaron a los bomberos a sofocar las llamas y tratar de rescatarlos, sin antes verificar que tipo de productos había en el sitio y el peligro que ello representaba.
“Estuve ahí al inicio del accidente. Y fue por imprudencia de nosotros mismos. Al inicio nada más había dos muertos y después resultaron más muertos. ¿Por qué?, porque fuimos con los compañeros que primero llegamos, obligamos a los señores bomberos, a los compañeros. ¿Por qué?, por las ganas, el ánimo, el entusiasmo de querer salvar a alguien más. Compañeros obligaron a bomberos a apagar, cuando decimos que ahí hay material y no lo apagaran Y después vino el accidente”, narró.
Fue la cuarta explosión la que causó más muertes. Pues bomberos, elementos de Protección Civil y policías estatales y municipales estaban en el lugar, así como decenas de pirotécnicos que ayudaban y curiosos.
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