Murilo Kuschick[1]
Uno de los problemas centrales de las sociedades modernas son las diferentes formas de discriminación, diferenciación y estratificación entre los miembros de una sociedad.
A partir del fenómeno de la división social del trabajo, -como lo plantea Durkheim-, la cohesión entre los miembros de la sociedad ha ido modificándose, ya que en las sociedades menos desarrolladas la interacción entre los miembros derivase de las formas más elementales; de la solidaridad, las cuales se determinan por los lazos de parentesco y las relaciones afectivas, lo que determina que los lazos entre los seres humanos se encuentren relacionados con los vínculos primarios y las redes de relaciones se van a extender en tanto el individuos puede nombrar los vínculos familiares que pueden ensancharse con los miembros del clan, el linaje, la tribu, etc.
De ahí que se diga que cuando dos hombres de la región desértica –los bosquimanos-, se encontraban en medio del desierto de Australia comenzaban a nombrar su árbol genealógico para poder encontrar a sus respectivos parientes y evitar una confrontación.
Ya en la sociedad moderna esto antiguos lazos se han ido modificando y sus miembros ya no tuvieron formas para mantener las relaciones de parentesco como el mecanismo básico para la manutención de las relaciones sociales y de ahí que mediante las relaciones mercantiles y de solidaridad ya no mecánica sino orgánica de sus dependencias mutuas establecieron algunas modalidades para la cohesión social; sin embargo, no siempre funcionan de ahí que han buscado otros elementos que antes ya existían para generar tanto su proximidad como su distinción y alejamiento mutuo, como son desde el sexo, el color, la riqueza.
Así, éstas modalidades junto con el hecho de compartir un territorio, una nacionalidad, religión, gustos, predilecciones se han transformado en los nuevos medios para crear y generar modalidades de relación, de identidad y enfrentamiento.
¿A qué viene a cuento esta disertación?
Esto viene a cuento ya que en las sociedades modernas las modalidades del conflicto y de la distancia y anomia social han asumido distintas modalidades que impiden los lazos de cohesión entre los individuos o los hace posible solo entre algunos. Como ejemplo podríamos citar cuestiones como el racismo, la discriminación hacia la mujer, clasismo, nacionalismo, etc.
Recientemente, en varios países como es el caso de los Estados Unidos país dividido por el enfrentamiento racial se ha dado el caso del asesinato de un afroamericano a manos de la policía que al intentar sujetar a esta la persona la mataron por asfixia, lo que ocasionó varios levantamientos en las calles de múltiples ciudades y el surgimiento del movimiento “Black Lives Matter”.
Este fin de semana en Porto Alegre, Brasil un ciudadano negro fue golpeado por personal de seguridad de la tienda Carrefour hasta la muerte lo que provocó también una ola de protestas y manifestaciones en todo el país.
Sin embargo, en México una persona fue también golpeada hasta su muerte por unos policías en Celaya, Guanajuato, ésta muerte no provocó ningún tipo de manifestación, lo que significa que éste tipo de crímenes cometido hacia un humilde vendedor de tamales no es catalogado como un crimen de odio y por lo tanto se puede decir que en México no hay racismo.
Como se plantea tanto en los Estados Unidos, como en Brasil, países que tienen poblaciones negras tales crímenes se pueden plantear como originados por las diferencias raciales, ¿cosa que en México no existe por ser un país mestizo? Si bien que el mestizaje es un hecho en México, la discriminación hacia las personas de ascendencia indígena y las expresiones en su contra son un hecho cotidiano; sin embargo, los indígenas en raras ocasiones se organizan y plantean algún movimiento en contra de éstas manifestaciones y si lo hacen son dirigidas por personas ajenas a su etnia, como fue el movimiento zapatista de 1994.
Empero, han habido sendas manifestaciones por parte de las mujeres a razón del asesinato de mujeres, catalogados como –feminicidios-, esto es crímenes de odio, semejantes a los perpetrados en contra de individuos de raza negra.
Por lo tanto, el mestizaje puede disminuir ciertos enfrentamientos raciales, ya que sólo una parte de la sociedad es asociada con la población negra, pero gran parte de la población indígena si bien discriminada no se encuentra integrada a los valores de la sociedad mestiza, como es el caso de la población negra en los Estados Unidos y Brasil, así como las mujeres tanto allá como acá que aspiran a la igualdad con los demás contingentes sociales.
En el caso de México es probable que una de los elementos de la desigualdad y de la discriminación se encuentra no sólo en la cuestión étnica que hace a los indígenas sean discriminados, sino también el hecho de que no puedan integrarse a los valores y a los gustos de la sociedad mestiza, como es el caso de Yalitzia Aparicio, la cual no sólo ha sido discriminada por su pertenencia étnica, sino en términos de clase social; por lo tanto los grupos minoritarios en México no sólo tienen que enfrentar la discriminación étnico racial, género y de clase social en una sociedad que no permite la cohesión social y que busca mantener las distancias, cuando aparentemente se muestra como una sola.
Así el mito del mestizaje fue una narrativa exitosa, ya que ha permitido mantener el mito de una sociedad integrada, cuando en realidad lo que la integra son sus diferencias, desde que aquellos nombrados como diferentes mantengan sus lugares y posiciones y no quieran ocupar y compartir la escena con los demás.
[1] Profesor-Investigador, Departamento de Sociología, UAM-Azcapotzalco, [email protected].
