La madre del joven desaparecido acude a cada búsqueda por parte de las rastreadoras con la esperanza de encontrar a su hijo
Sin.- La angustia y la impotencia de no saber nada de un ser querido es algo con lo que muchas familias sinaloenses han pasado, y es para muchos cosa de todos los días, ya que la violencia que se vive en el estado detona las desapariciones y muertes de personas día a día. Y es cosa que parece no acabar.
Tal es el caso de Verónica, la cual busca a su hijo Bryan Edeldi Rojas López, de 23 años de edad, desde hace siete largos meses.
El joven salió de su casa, ubicada en La Villita, municipio de Navolato, el 6 de diciembre, donde vivía con su esposa y su pequeña hija de 10 meses, diciendo que iba para Culiácan.
Desde entonces su mamá y su esposa pasan días de angustia por no saber nada de su paradero.
La denuncia
Después de tres días de no tener noticias de Bryan, Verónica, la madre del desaparecido, acudió ante las autoridades a levantar la denuncia.
Los agentes que la atendieron solo le dijeron que se iniciaría una investigación.
Debido a que no le daban noticias de su hijo, la mujer acudió de nueva cuenta ante las autoridades en varias ocasiones, y la respuesta sigue siendo la misma hasta el día de hoy.
Su sentir
Entre más días pasan, es más el sufrimiento porque es muy feo no saber si está vivo o muerto, dónde quedó y qué fue de él.
La señora hizo un llamado a los captores de su ser querido de que ella solo quiere saber de él para acabar con la pesadilla de estar todo el día pensando qué fue de su hijo y estar con la incertidumbre de no saber si está vivo, muerto o si lo están torturando
A partir de la desaparición de su hijo y de no tener respuesta de las autoridades correspondientes, ella se unió al grupo de Rastreadoras, Padres y Madres con Hijos Desaparecidos A. C., donde se le brindó el apoyo. En cada búsqueda acude con la esperanza y el temor, al mismo tiempo, de encontrar a su hijo.
El pasado nueve de enero del presente año se localizó una fosa clandestina con los cuerpos de dos hombres en un terreno abandonado en la comunidad de El Roble perteneciente a la sindicatura de Altata donde la desesperada madre acudió debido a que anónimamente se le informó que el cuerpo de su hijo estaba en ese lugar pero la noticia fue negativa ya que al realizarse las pruebas de ADN resultaron negativas y aún sigue en la lucha de encontrarlo sea como sea.
