Tamara Lovett, de 48 años y quien vivía en Calgary, Canadá, fue detenida por negligencia en enero pasado luego de que su hijo Ryan falleciera tras haber sufrido un dolor de garganta.

La madre decidió no llevar a su hijo al hospital y ahora ella ha sido sentenciada a pasar tres años en prisión por sus acciones, que llevaron a la muerte de su hijo.

“Ryan tuvo una muerte insoportable e innecesaria”, dijo sobre el caso la juez Kristine Eidsvik. El menor, que falleció en 2013, estuvo postrado en cama en su casa durante 10 días. Su madre sólo le dio té de diente de león y orégano para tratar la infección. Sus síntomas eran ganglios linfáticos inflamados, orejas expuestas y ojos amarillentos.

La infección causó fallas en sus órganos, pero todo ese tiempo Lovett pensó que su hijo sufría un resfriado o gripe.
Durante el juicio la madre admitió que erró en sus acciones y que debió buscar ayuda médica profesional. “Su remordimiento, creo, es genuino”, dijo Eidsvik durante la audiencia.

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Source: Ay Ojon