Una vez concluida la elección para renovar la gubernatura en el Estado de México, la sensación de buena parte del país es la de un fraude electoral: señalar a los votantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como fácilmente manipulables y a los seguidores de Delfina Gómez como agentes de cambio en el escenario político regional.

A pesar de existir una creencia generalizada a nivel nacional sobre lo escrito en el párrafo anterior, resulta muy complicado poder afirmar que la totalidad de votantes del PRI han vendido su voto o son ignorantes. De la misma forma, tampoco podemos asegurar que los electores de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) no están ligados a actos de corrupción o son conscientes de sus actos y han razonado su voto. En ambos casos debe existir una amplia gama de posibilidades.

A pesar de que la prensa en México ha realizado encuestas el día de la elección para conocer el perfil de los votantes —y así poder dar sustento a esa creencia nacional sobre el tipo de electores tanto del PRI como de MORENA— existe ante ese escenario la dificultad de que la gente entrevistada habitualmente miente en lo que se refiere al ingreso o los años de escolaridad, dando cifras más altas que las reales. Ese problema es un factor al cual se enfrentan todas las casas encuestadoras, por lo que de esos resultados que se han venido mostrando, tan solo tenemos la certeza del género y la edad, lo cual nos muestra únicamente una parte de la realidad.

Uno de los factores que pueden explicar la derrota de Delfina Gómez es que los municipios en los que es popular, la población no salió a las casillas como sí lo han hecho sus contrincantes políticos.

Para poder realizar un análisis más detallado del perfil del votante en el Estado de México, es necesario conocer la dinámica del municipio en el cual viven, ya que eso va mucho más allá de medir solamente cuántos años de escolaridad tiene la población. A ese análisis municipal es necesario también agregarle la participación ciudadana en cada región de la entidad mexiquense.

Las siguientes tablas buscan describir el entorno de los votantes en el Estado de México y de esa manera entender cómo se comporta cada uno de ellos. Los datos para calcular la participación en cada municipio han sido tomados del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) haciendo una simple división entre el total de votos emitidos sobre el total del padrón electoral.

En lo que se refiere a factores como escolaridad, ingresos y acceso a salud, los datos han sido tomados del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la cual es una fuente altamente confiable en el mundo. Los datos muestran la realidad de esos municipios en 2010, siendo el único dato existente para México.

En lo que se refiere a escolaridad, el índice que proporciona el PNUD mide el progreso relativo de un municipio en materia de años promedio de escolaridad para personas mayores de 24 años, y años esperados de escolaridad para personas entre 6 y 24 años, lo cual es un dato mucho más relevante que simplemente los años que una persona fue a la escuela.

En la parte de ingresos, el índice refleja el acceso a re­cursos que permiten gozar de una vida digna, mientras que, en lo concerniente a salud, se mide una combinación de la mortalidad infantil con la esperanza de vida y cobertura sanitaria.

Los tres índices ofrecidos por el PNUD van de 0 a 1, siendo cero el valor más desfavorable y 1 el más favorable. Por poner un ejemplo, la delegación Benito Juárez en la Ciudad de México tiene un índice de escolaridad de 0.917, lo cual la coloca en una situación de privilegio.

Las tablas se muestran a continuación.

CUADRO 1. PRINCIPALES MUNICIPIOS GANADOS POR EL PRI

Fuente: Elaboración propia con base a datos del PNUD y el IEEM.

CUADRO 2.PRINCIPALES MUNICIPIOS GANADOS POR MORENA

Fuente: Elaboración propia con base a datos del PNUD y el IEEM.

Después de revisar los dos cuadros anteriores, la primera conclusión que se puede obtener es la de un entorno municipal más favorable para los votantes de MORENA. Lo cual sin duda alguna lleva a que su población tenga las herramientas para cuestionar de forma más severa la publicidad oficial emitida por el PRI a nivel estatal, aunque con la desventaja de que no es un electorado activo. La cifra promedio de participación está 6 puntos abajo que en los municipios que eligieron al PRI.

Buena parte del enojo y crítica quedó vertido únicamente en las redes sociales, lugar que no resulta adecuado para realizar ningún cambio en lo social y político.

Sin lugar a dudas uno de los factores que pueden explicar la derrota de Delfina Gómez es que los municipios en los que ella es popular, la población no salió a las casillas como sí lo han hecho sus contrincantes políticos.

En lo que se refiere al tema escolar, este parece ser mucho más determinante al momento de emitir un voto que las otras variables, ya que es ahí donde se encuentra la mayor brecha entre un grupo de municipios y otro. Aunque con la peculiaridad de que esa ventaja no se ve reflejada en las urnas como ya se mencionó en párrafos anteriores. Por lo que seguramente buena parte del enojo y crítica quedó vertido únicamente en las redes sociales, lugar que no resulta adecuado para realizar ningún cambio en lo social y político.

La población más escolarizada en el Estado de México ha entrado en una zona de confort en la que no ha sido capaz de transmitir ese entorno favorable que tiene a otros habitantes del estado, lo cual sin duda generaría una mayor competencia entre partidos políticos. Aunque también es probable que ese entorno más favorable haya vuelto discriminadora a esa población, a tal grado de afirmar que cualquiera que no vote por MORENA está vendido al sistema.

No perdamos de vista que México es un país de muchas realidades, y lo que ocurre a nivel rural y urbano es muestra de ello: las necesidades de una región no son las mismas de otra. Lo cual también lleva a votar de manera diferenciada sin siquiera existir dinero de por medio que compre al elector.

La población más escolarizada en el Estado de México ha entrado en una zona de confort en la que no ha sido capaz de transmitir ese entorno favorable que tiene a otros habitantes del estado.

En la parte del ingreso, cuando este es más alto, se puede tener acceso a distintas plataformas de información que ayuden a tener un panorama más amplio de la realidad local y nacional. Lo cual está jugando en contra del PRI, ya que el mal manejo que han tenido en el estado es mucho más visible. Una sociedad informada siempre reclamará rangos de bienestar más amplios.

En lo referente a salud, el índice parece jugar en contra de la oposición al PRI, ya que es elevado, y al ser una combinación de varios elementos (esperanza de vida, mortalidad infantil, acceso a la salud), los actuales electores vivirán muchos más años al igual que sus hijos. Y, por ende, seguir reproduciendo los mismos hábitos y gustos electorales.

Una tasa de mortalidad infantil baja, acompañada de un alejamiento de la población con entornos favorables de la realidad política, conlleva invariablemente que los escenarios vistos el domingo 4 de junio sean la constante en por lo menos 3 o 4 elecciones más.

Al final parece que un entorno social y económico favorable a un municipio es algo que no beneficia al priismo, pero con la peculiaridad de que esa población no está siendo partícipe en actividades que puedan reformar a la región. A diferencia de su contraparte, la cual es más activa y sigue teniendo fidelidad al partido que ha estado más de 80 años con una actitud paternalista.

Mientras la sociedad más favorecida no entienda esa parte y tome partido en la vida política, se verá PRI en el Estado de México por lo menos 18 años más.

*Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de HuffPost México.