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La ruta inversa

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La ruta inversa

El Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es la organización más disruptiva con reconocimiento de personalidad reconocida por las instituciones del gobierno mexicano.

Su aparición en 1994 marcó un hito en la historia y relación del Estado Mexicano con Un grupo de pueblos indígenas.

Nunca ha desaparecido del escenario nacional y suele tener despertares en tiempos electorales, que le permiten mayor notoriedad.

Su presencia se ha ido expandiendo lentamente en las comunidades indígenas de ascendencias maya y en opinión de algunos estudiosos internacionales algunas de sus comunidades autónomas son un gran ejemplo de formas de autogobierno exitoso, amigable con el ambiente y capaz de preservar los valores culturales de las regiones en que se asientan estas formas de gobierno.

En sus asambleas las diferentes comunidades de origen Maya utilizan el español como lengua común para entenderse, pues persiste la variedad de lenguas autóctonas.

Ahora irrumpen nuevamente en la escena Internacional con un periplo de alto contenido simbólico: un viaje en barco a España, utilizando la misma ruta que 5 siglos atrás se siguió para el descubrimiento de América.

Una  delegación marítima del EZLN, llamada  Escuadrón 421, estaría partiendo este lunes 3 de mayo de 2021 rumbo a Europa, delegación que ya se encuentra a bordo del barco La Montaña desde el 30 de abril en Isla Mujeres, Quintana Roo, informó el subcomandante Galeano.

Aquí una breve parte de la narrativa que comparten en uno de los sitios que utilizan para dar a conocer  sus actividades.

*El abordaje

La Montaña fue abordada el día 30 de abril del 2021, siendo las tales horas.  El navío se encontraba fondeado a unas 50 brazas del puerto, “alejado del bullicio/ y la falsa sociedad”.  Revoloteaban a su alrededor gaviotas reidoras, cormoranes, fragatas tijeretas, corocoros, y hasta un colibrí cándido, extraviado, buscaba hacer nido en el púlpito de proa.  En la carena, bajo la línea de flotación, delfines botella tamborileaban una cumbia, un tiburón ballena llevaba el ritmo con sus aletas y la manta raya extendía sus alas negras como caderas volando.

El grupo bucanero iba encabezado por el Subcomandante Insurgente Moisés quien, con una tropa formada por una insurgenta tercia, un insurgente choferólogo y mecánico, un base choferólogo, 5 terci@s, una comandanta y dos comandantes, asistía para despedir a la delegación marítima, el Escuadrón 421, y comprobar, in situ, que la embarcación reunía lo necesario para la epopeya náutica.  Un equipo de apoyo de la Comisión Sexta asistía para redactar las esquelas de los caídos en la acción.

  No hubo resistencia por parte de la tripulación.  De hecho, desde antes el capitán había ordenado izar, a modo de trinquete, una gran manta con la imagen que identifica a la delegación marítima zapatista, sumando así a La Montaña, con toda la tripulación incluida, a la lucha por la vida.  Con la arboladura desnuda, más lucía e impetuoso centelleaba el símbolo del delirio zapatista.

  Así que, digamos, fue un abordaje consensuado.  No hubo ningún intento agresivo por parte de la tropa zapatista, ni de la marinería anfitriona.  Y se podría decir que entre nosotros y l@s mariner@s de La Montaña había una especie de complicidad.  Aunque, en el primer encuentro, ell@s estaban tan sorprendidos como nosotros.

  Y hubiéramos permanecido ahí, mirándonos unos a otros e inmóviles, si no es porque, avanzando desde popa, un insecto extraordinariamente parecido a un escarabajo, gritó: “¡Al Abordaje! ¡Si son muchos, corremos! ¡Si son pocos, nos escondemos! Y si no hay nadie, ¡adelante que para morir nacimos!”.  Eso fue lo que decidió todo.  La tripulación miraba estupefacta al bichito y nosotros… pues no sabíamos si pedir disculpas por la irrupción, o sumarnos al ataque pirata.

  El Subcomandante Insurgente Moisés creyó que era el momento oportuno para las presentaciones, así que dijo: “Buenas Tardes.  Yo me llamo Moisés, Subcomandante Insurgente Moisés, y ellas son…”  Al girarse para presentar a la tropa, el SubMoy se dio cuenta de que no estaba nadie.

  Cada quien estaba recorriendo el barco con mal disimuladas muestras de júbilo y entusiasmo: las compañeras delegadas, cual reinas del Caribe, saludaban desde babor a las embarcaciones llenas de turistas que las miraban con curiosidad y…

*Texto tomado del sitio enlacezapatista.ezln.org.mx

¿Qué persigue esta odisea?, ¿A quién representa el EZLN?, ¿Están en lo justo al oponerse al emblemático proyecto del tren maya del presidente  AMLO?, ¿Qué ecos irán a encontrar?

Para sorpresa de muchos, su presencia en las comunidades del sureste es fuerte, arraigada y abrazada por los pueblos nativos.

El simbolismo y la semiótica de su discurso siempre han sido consistentes y convincentes.

No abandonan el aparente discurso bélico,  de todo lo que hacen y dan cuenta;  lo dan a conocer con un estricto apego a ese simbolismo hipnótico que tantos adeptos les ha dado dentro y fuera del país.

“Siempre estaremos en contra del gobierno, porque el gobierno para nuestros pueblos significa injusticia y marginación”, dijo una vez el subcomandante Marcos.

El Subcomandante Marcos se llamaba Rafael Sebastián Guillén Vicente, fue profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)  y sus alumnos le pusieron el sobrenombre de Cachumbambé.

Con la irrupción del EZLN se hizo llamar Subcomandante Insurgente Marcos, nombre con el que fue el vocero más notorio del EZLN durante 20 años, pero en mayo de 2014 decretó su propia y simbólica muerte y desde entonces se llama Subcomandante Galeano.

En las siguientes semanas vamos a seguir en esta columna las andanzas del EZLN, y de las reacciones que la comunidad internacional tenga ante su presencia.

Por: Ramón Samayoa