En relación a los acontecimientos más recientes, la Cruz Roja ha intervenido en la situación migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos. Los migrantes que se encuentran en el lado mexicano del Río Bravo, cerca de la puerta migratoria 36, han recibido la ayuda de esta organización.
La Cruz Roja proporcionó asistencia a los migrantes que se encuentran en el lado mexicano del Río Bravo, específicamente cerca de la puerta migratoria 36.
El viernes pasado, la Cruz Roja Internacional brindó ayuda por primera vez en la crisis migratoria que está ocurriendo en México. Proporcionaron alimentos a casi 300 personas en Ciudad Juárez, ubicada en el norte del país.
Los migrantes que están en el lado mexicano del Río Bravo, cerca de la puerta migratoria 36, recibieron ayuda después de haber sido víctimas de violencia tanto por parte de la Guardia Nacional de Estados Unidos como de los delincuentes en México. Durante la última semana, se les ha impedido obtener agua y comida en algunos momentos.
Un grupo de migrantes llegó en tren y cruzó un pequeño río y una barricada de alambre de navajas. Después de recibir alimentos, se dirigieron a un campamento que se formó entre el río y el muro fronterizo entre Estados Unidos y México. En este lugar, esperarán ser procesados legalmente por las autoridades migratorias.
María Teresa Moncayo, quien representa al grupo Veteranos encargado de atender a refugiados y migrantes de la Cruz Roja Internacional, expresó su preocupación por la falta de un lugar adecuado para que las personas recién llegadas puedan establecerse y asegurarse de tener comida.
En su memoria, recordó cómo los migrantes tenían que beber agua del canal, lo cual causó preocupación en la institución. Esto los llevó a brindarles agua y sándwiches para ayudar a aliviar su hambre y sed.
"La cantidad de personas que está llegando a Ciudad Juárez es demasiado grande y no estamos lo suficientemente preparados para manejar a tanta gente en masa", explicó.
En esta situación, las personas que han emigrado y se encuentran atrapadas en la frontera norte del país esperan durante varios días la oportunidad de alcanzar el tan anhelado "sueño americano", incluso llegando a pasar sed y hambre en algunos casos.
"Desde ayer por la tarde, no hemos tenido nada para comer. Llevamos dos días esperando en la fila con la esperanza de cruzar al otro lado y cumplir nuestro sueño. Hemos estado sin comer durante casi un día y todos estamos deshidratados", declaró Yovel González, un venezolano que llegó a Ciudad Juárez, en la frontera, el jueves.
A pesar de que Ferromex, la compañía encargada de la gestión de los ferrocarriles en el norte del país, informó el martes que suspendería los envíos a Ciudad Juárez para prevenir más accidentes con migrantes a bordo, hasta el jueves y viernes el tren continuó llegando con migrantes que se dirigieron directamente al campamento establecido en el lado estadounidense, entre el muro y el río.
Según datos proporcionados por EFE
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