LISBOA.

Las autoridades portuguesas anunciaron ayer la extinción casi total de un incendio forestal que arrasó el centro del país y causó 64 muertos el pasado fin de semana.

El incendio en el ayuntamiento de Pedrógão Grande, que se desató el sábado y que causó 64 muertos y 204 heridos, “está bajo control”, esto es, contenido, pero no apagado, explicó el comandante regional de la Agencia de Protección Civil, Vitor Vaz Pinto.

Las operaciones en Pedrogao Grande buscaban impedir que las llamas se reactivaran, explicó Vaz Pinto.

El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, asistió al funeral de un bombero en la localidad de Castanheira de Pera. Además, la nación guardó un minuto de silencio por las víctimas.

Cerca de mil 200 bomberos, 400 vehículos y 13 aviones permanecían movilizados en la región de Pedrogao Grande para afrontar las llamas. Y 40 bomberos españoles, de los 100 enviados por Madrid a Portugal, acudieron a reforzar las líneas de fuego.

La disminución de las temperaturas y lo vientos más débiles ayudaron a los bomberos a avanzar en otro fuego próximo, en Gois, a unos 150 kilómetros de Lisboa. Allí, unos mil 100 efectivos apoyados por 11 hidroaviones intentan controlar un incendio que, según las autoridades, podría quedar extinguido.

Unas 18 personas resultaron levemente heridas en esta zona, sobre todo a causa de intoxicación por el humo, omnipresente. Los habitantes de tres aldeas pudieron volver a sus casas, de las cerca de 40 aldeas evacuadas la víspera.

El presidente de la Liga de Bomberos relanzó la hipótesis de la causa criminal del incendio, aunque la policía descartó desde el domingo esta pista, dando prioridad a la de una tormenta seca que hizo arder el bosque. “Creo, hasta que se demuestre lo contrario, (…) que el incendio es de origen criminal”, declaró a los medios locales Jaime Marta Soares.

La Agencia Espacial Europea (ESA) difundió fotografías del trágico incendio, tomadas desde el espacio por el pequeño satélite Proba-V.

El artefacto, que fotografía la superficie terrestre completa cada dos días, fue lanzado en mayo de 2013 como parte del programa Copérnico de observación de la Tierra.

Su misión consiste en aportar datos sobre los océanos, ríos, lagos, glaciares, clima o desastres naturales, con el objetivo de mejorar la gestión del medio ambiente y la vida cotidiana de los ciudadanos.