El miércoles, en Salt Lake City, Utah, agentes del FBI mataron a un hombre que había expresado su intención de atacar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. La investigación del FBI comenzó en abril y se informó al Servicio Secreto, responsable de la protección del presidente, en junio. El sospechoso había amenazado a Biden y a otras autoridades a través de mensajes en línea, e incluso insinuó que ya había hecho planes para llevar a cabo el ataque. El FBI consideró estas amenazas como creíbles.
El tiroteo que resultó en la muerte del sospechoso será investigado internamente, de acuerdo con la política del FBI. La agencia declaró en un comunicado que se toma en serio todos los incidentes de disparos en los que estén involucrados sus agentes o miembros del grupo de trabajo.
Craig Robertson, el sospechoso fallecido, fue identificado por múltiples fuentes y una denuncia federal obtenida por ABC News. Este incidente ha generado inquietud sobre la seguridad del presidente y ha destacado la importancia de tomar en cuenta las amenazas en línea. La investigación sigue en curso y se espera que se divulguen más información en un futuro próximo.
El suceso tuvo lugar por la mañana temprano cuando los agentes del FBI se dirigieron a una casa para llevar a cabo la detención y registro del sospechoso. Se informó que la investigación del FBI comenzó en abril del año pasado y se comunicó al Servicio Secreto, encargado de la seguridad presidencial, en junio.
Este incidente ha causado inquietud acerca de la protección del presidente y ha resaltado la necesidad de tomar en cuenta las amenazas en línea de manera seria. La investigación sigue en curso y se espera que se divulguen más información en el futuro.
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